Macrì en la inauguración de ayer. Parole, parole, parole. - Crédito Presidencia.

Macrì en la inauguración de ayer.

Las decisiones se tomarán a puertas cerradas entre los elegidos, y en las plenarias habrá discursos sobre transparencia.

El presidente Maurizio Macrì inauguró anoche en el espléndido Centro Cultural Kirchner, que el gobierno nacional utiliza para sus principales actividades masivas pero cuyo nombre insiste en cambiar, la MC11, como se identifica la Undécima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio. La agenda de la Conferencia contiene un temario vital para una porción apreciable de la población del mundo, que depende de la agricultura, el comercio electrónico, la pesca y, en general, aquello que se engloba bajo la denominación genérica de desarrollo. En todas estas áreas hay intereses enfrentados: exportadores contra importadores de alimentos; exportadores subdesarrollados contra subsidios agrícolas de los países ricos; compañías transnacionales contra Estados en el caso del comercio electrónico; siempre países pobres contra países ricos.

Como la vieja práctica de negociar en secreto está desacreditada, el director general de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo, anunció a los países miembro en Ginebra que el encuentro ministerial se caracterizaría por “la apertura, la transparencia y la inclusión”. Agregó que ministros de comercio de diversos países actuarían como facilitadores, pero no dijo que él mismo los elegiría en forma discrecional junto con la ex ministra argentina Susana Malcorra, presidenta de la reunión. Esos facilitadores a su vez “tratarán” de celebrar reuniones abiertas, de las que podrán participar “todos los miembros que quieran”. Si se enteran, claro.

El programa oficial de la conferencia que comenzará hoy a las 10 de la mañana prevé plenarios para que los ministros pavoneen su plumaje oratorio ante un auditorio vacío o casi. Esta parte pública de la conferencia será trasmitida por webcast y se extenderá durante todo el día. En esa apabullante maratón de palabras los delegados de un centenar de países leerán discursos escritos por sus asesores. También habrá reuniones temáticas de una hora cada una. Hoy a la mañana sobre Agricultura, Servicios y Desarrollo; por la tarde Comercio electrónico y pesca y mañana a las 9 , de nuevo Desarrollo porque hay muchos interesados.

Por las noches los ministros y Jefes de delegación mantendrán “reuniones informales” a puertas cerradas. Según Azevedo “serán una oportunidad para que los facilitadores informen sobre su trabajo y para que todos los ministros participen en cada tema y evalúen el progreso logrado en las diferentes áreas. Incluso quien no haya asistido a una reunión sobre un tema en particular, podrá hacer oír sus opiniones a los demás Jefes de Delegación”. Siempre con el latiguillo de la transparencia agregó que hará consultas pero no negociaciones secretas.

La presidente Malcorra anunciará el documento del presunto consenso.

Aludió así a los green rooms, las salas verdes de los hoteles en que se alojan las delegaciones, lejos de la sede oficial de la conferencia, donde se tomaron las principales decisiones en las conferencias anteriores, entre ministros invitados sin que nadie supiera de antemano la agenda o quienes serían los elegidos para negociar acuerdos que después el plenario debía aceptar. Las negociaciones se harán según el presidente de la OMC en las sesiones con los facilitadores. Un pequeño detalle: los ministros sólo podrán hablar durante tres minutos cada uno. Lo que muchos diplomáticos saben es que una vez que terminen las reuniones informales de los jefes de delegación, está previsto el denostado formato de la sala verde, con encuentros de 22 a medianoche, pero que de no haber humo blanco se extenderán hasta el alba (con perdón de la palabra). Ni Azvedo ni Malcorra dijeron qué países están invitados a las negociaciones de la Sala Verde, ni quién los seleccionará. El miércoles 13, Malcorra presentará al último plenario público un texto que denominará consensuado, bajo la simpática consigna: “Tómelo o… quede como el responsable del fracaso de la Conferencia”

El Cohete a la Luna