Llegó a apuntar con un arma y amenazar con dispararle a la cabeza a su ex, también funcionaria policial. Tras la admisión de su culpabilidad, la Justicia le aplicó un año y seis meses de prisión condicional.
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Un funcionario policial retirado de Entre Ríos reconoció en los Tribunales diferentes delitos contra su expareja, a quien llegó a apuntar con un arma y amenazar con dispararle a la cabeza. Tras la admisión de su culpabilidad, la Justicia le aplicó una pena leve: un año y seis meses de prisión condicional por los delitos de desobediencia judicial reiterada, daños reiterados, violación de domicilio reiterada, amenazas calificadas y lesiones leves agravadas en concurso real.

La sentencia recayó sobre Luis Ismael Cabrera, alias “Pelito”’, de 51 años, retirado de la Policía, oriundo de La Paz. Los graves delitos que admitió los cometió contra su ex, también funcionaria policial.

Los gravísimos hechos
Los hechos que se describieron en el proceso ocurrieron en abril y septiembre de 2022.
En una oportunidad, interceptó a su víctima en la vía pública y la amenazó a viva voz: “A vos te voy a volar la cabeza”, le dijo. Aquella vez, en septiembre de 2022, le sustrajo el arma reglamentaria, la golpeó en el rostro con la culata y le apuntó. Un vecino intervino y le quitó la pistola al agresor que estuvo a punto de cometer un femicidio.

En otra ocasión, el expolicía ingresó a la vivienda de la víctima, tomó una maza de albañil y causó destrozos.

La historia quedó plasmada en la sentencia emitida el 15 de marzo por el juez de Garantías de La Paz, Ramón Lell, quien homologó el acuerdo de juicio abreviado presentado por la Fiscalía y la defensa técnica del expolicía.

En primer lugar, Cabrera admitió que el 26 de septiembre del año pasado “a las 7,45 -oportunidad en la cual se hizo presente X en el exterior de la finca de la Sra. X y golpeó la puerta de la misma-; y a las 14:35 horas de la misma fecha, pidió que lo dejen entrar, rompió un vidrio de una ventana y destrabó la misma, ingresando a la finca”. En tanto, el 29 de septiembre de 2022 se presentó en la casa de su expareja y provocó daños en la finca con una maza de albañil.

En segundo lugar, reconoció que el “9 de noviembre de 2022, a las 20,30 aproximadamente, en oportunidad en que la funcionaria policial, X, se encontraba transitando de manera peatonal por calle Martiniano Leguizamón y Chañar de la ciudad de La Paz, se hizo presente su ex pareja, Luis Ismael Cabrera, y la amenazó diciendo ‘a vos te voy a volar la cabeza, te voy a curar hija de puta, vos me hiciste meter preso’. Luego procedió a golpearla con el puño en el rostro y le sustrajo el arma reglamentaria. Con la culata del arma, Cabrera le propinó otro golpe en la cabeza y la apuntó con la misma. Su accionar fue advertido por un vecino de lugar quien le quitó el arma a Cabrera”.

El vecino que salvó a la mujer contó en la Justicia que convenció a Cabrera para que le entregue el arma y, en el interín, llamó a la Policía. En su declaración testimonial, el testigo recordó que aproximadamente a las 20,30 comenzó a escuchar gritos de auxilio y cuando salió vio al acusado pegándole a la víctima. «Al acercarse vio a Cabrera que tenía el arma en la mano, y lo conversó hasta que le pudo sacar el arma», se asentó en la sentencia.

Se detalló que, con su agresión, el ahora retirado funcionario policial le provocó a su expareja un “hematoma de 3 centímetros de diámetro en región frontal de lado izquierdo, hematoma de 2.5 centímetros de diámetro en labio superior, herida contusa cortante y equimosis en mucosa de labio superior y escoriación superficial en codo derecho con un tiempo de curación inferior a un mes”.

El grave caso de violencia de género tuvo una resolución judicial más favorable para el Policía retirado, quien aceptó una pena condicional, es decir, no irá preso.

Al emitir su resolución, el juez de La Paz valoró como atenuante que el acusado haya admitido los delitos y consideró como elementos agravantes que “durante un largo tiempo y en forma reiterada ha molestado y puesto en riesgo a la víctima, afectándola no sólo física, sino también psicológicamente, y pese a medidas judiciales impuestas en resguardo de X, éste nunca las internalizó”.

Además de la pena condicional, el magistrado le aplicó la obligación de cumplir tres años de reglas de conductas. Deberá realizar una terapia psicológica o un abordaje del consumo problemático de bebidas alcohólicas; tiene prohibido todo tipo de contacto con la víctima y no puede acercarse a una distancia inferior a los 200 metros del domicilio, lugares de trabajo, esparcimiento o habitual concurrencia de su expareja, publica Entre Ríos Ahora.