La incertidumbre inflacionaria y la búsqueda de rentabilidad en un contexto de alta volatilidad financiera han llevado a los inversores argentinos a explorar diversas alternativas de inversión. La City analiza cuáles son los instrumentos que mejor rinden en ese contexto.

Los bonos cortos pueden ser atractivos, aunque no ofrecen rendimientos como los del año pasado. 

Los bonos cortos pueden ser atractivos, aunque no ofrecen rendimientos como los del año pasado.

La inflación se desaceleró al 4% en julio, según informó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), acumulando un incremento del 263,4% en los últimos 12 meses. En lo que va del año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 87%. Por su parte, en 2024, el dólar blue aumentó cerca de un 33%. Pese a que la tendencia es a la baja, muchos inversores que abandonaron el plazo fijo analizan nuevas inversiones y la pregunta que surge es, ¿qué alternativas mira la city?

En principio, hay que tener en cuenta lo qué sucedió en el mes de julio: los inversores en Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Lecap) fueron los que más ganaron en el séptimo mes del año, revalorizándose 6,7% mensual. Este rendimiento superó la inflación (CER) y permitió amasar un retorno en dólares del 13,4% debido a la caída del Contado con Liquidación (CCL). Ese panorama no cambió mucho en agosto.

Como bien explica en charla con Ámbito, Elena Alonso, CEO de Emerald Capitall, la inflación cerca del 90% y el dólar blue más del 30% en lo que va del 2024. Respecto a la “única” inversión que le ganó a la dinámica de precios, la analista señala que fueron los Bonos del Tesoro (Botes) como el TO26, que es un bono a tasa fija, pero quedó con la Tasa Interna de Retorno (TIR) muy alta a principio de año y, cuando empezó el recorte en las tasas, se recompuso.

Alonso sostiene que, al analizar el rendimiento en pesos, el Bonar 2030 (AL30) y los Globales fueron los que más se acercaron al rendimiento deseado, es decir, por encima del 30% del dólar y cerca al 90% de la inflación. El Merval también tuvo un acercamiento, aunque admite que es difícil predecirlo tras el crash financiero de aquel lunes de comienzos de agosto. “Es fácil decir con el diario del lunes que se debería haber comprado tal o cual instrumento, pero lo realmente importante aquí es diversificar”, desliza.

Los instrumentos que analiza el mercado

Las LEBAC que están en circulación hasta el próximo mes, representan una herramienta interesante para los inversores.

Las LEBAC que están en circulación hasta el próximo mes, representan una herramienta interesante para los inversores.

El bono CER T4X4, con un plazo mínimo de 60 días, es una opción ajustada por inflación con vencimiento el 14 de octubre de 2024. Este bono se caracteriza por su volumen considerable de operaciones.

Resulta una excelente opción para quienes buscan preservar su capital frente al aumento de precios. En un contexto donde la inflación está disminuyendo, este bono ofrece rendimientos basados en índices pasados y actúa como cobertura si la inflación no desciende tan rápido como el mercado anticipa. El rendimiento proyectado de este bono es de 3,9% efectivo mensual, lo que significa que una inversión de $100.000, generaría $7.988 al vencimiento.

Para inversores más avezados

Sin embargo, si la inflación se ajusta a las proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado que publica el Banco Central (REM) y supera el 3,7% en lo que resta del año, el bono T2X5 podría proporcionar una mejor cobertura. Para los inversores que están dispuestos a asumir más riesgos, los bonos duales son una opción atractiva.

Estos instrumentos permiten capturar el mayor rendimiento entre inflación y devaluación del tipo de cambio oficial. El TDE25 también se presenta como una buena alternativa, junto con las letras que vencen en enero, especialmente si la inflación sigue bajando como se prevé.

Los bonos cortos pueden ser atractivos, aunque no ofrecen rendimientos exagerados como sucedía el año pasado. En este sentido, los bonos en dólares, como los Bopreales, ofrecen oportunidades para todo tipo de inversores. Entre los títulos soberanos, el Bonar 2030 (AL30) sigue siendo una opción interesante, aunque no sin riesgos.

Mirando hacia adelante, Alonso analiza que una buena estrategia podría ser la siguiente: si el inversor busca asegurarse una tasa del 40% porque se supone que va a seguir bajando, el BOTE sigue siendo una opción interasante. “Comprás ese bono y te asegurás una parte de tu cartera con esa tasa”. Luego, puede sumar a su portafolio bonos soberanos, que todavía tienen margen para crecer, y también destinar una parte a acciones. “Así, vas diversificando, y a lo mejor obtenés un rendimiento promedio de estos diferentes instrumentos. Esa es la esencia de la diversificación. Es importante destacar que, de todos estos activos, solo uno superó la inflación”, destaca la estratega.

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