La adolescencia es una etapa conflictiva, de crisis y de distintos grados de inmadurez. A veces, para copiar un modelo de cara o cuerpo de moda, o para solucionar un problema afectivo -como la inclusión en un grupo social- las «teens» pueden tomar la decisión de realizarse una cirugía estética sin considerar los cambios y  riesgos de una operación,  y con expectativas muchas veces exageradas o irreales.

«No dimensionan los riesgos que conlleva el procedimiento y la aceptación del cambio físico a posteriori de la cirugía. Si la búsqueda del cambio se motiva en una dismorfofobia -un trastorno de la percepción y valoración del propio cuerpo- entonces la cirugía no será la solución, todo lo contrario. Por ejemplo, muchas veces las adolescentes se ven gordas, pero en el sector hay una acumulación normal de tejidos que no justifican una lipoaspiración. Otras veces, poseen una nariz acorde a sus rasgos pero, sin embargo, no se asemeja al modelo del momento y desean modificarla», expresó en diálogo con Infobae, la doctora Graciela Aguirre, cirujana plástica.

La entrevistada contó que las adolescentes solicitan con más frecuencia el implante mamario, la rinoplastia y la lipoaspiración.  En otros casos,  la consulta es por el trastorno que genera un conflicto más concreto en esa etapa de la vida, como por ejemplolas orejas grandes, las asimetrías mamarias o la ginecomastia en varones.

«Actualmente crecen los casos en los que se acercan al consultorio jóvenes solicitando la realización de alguna cirugía plástica, muchas veces sin una alteración anatómica que lo justifique e incluso sin haber finalizado el desarrollo de la estructura que quieren modificar.  Es importante conocer si la motivación es propia  o si es generada por un tercero, muchas veces por los padres, amigos o novios. A veces, el interés se suscita secundariamente a un problema psíquico o social.  En este punto debemos recordar que los menores de 18 años deben tener la autorización de los padres para operarse», destacó Aguirre.

Siempre hay un modelo adolescente de moda que los inspira, que ni los padres o los médicos muchas veces conocen. Lo preocupante es que en muchas ocasiones son modelos ficticios o de Photoshop, es decir irreales.

«Así como en una época Marilyn Monroe fue un modelo femenino, hoy no lo sería, y en el vaivén de la moda, los adolescentes son una franja sumamente influenciable especialmente por la oferta irresponsable  de procedimientos quirúrgicos donde no se trasmiten  los riesgos, que pueden ir desde una infección de las heridas a la muerte. No es lo mismo ir a la manicura que hacerse una cirugía estética, y  lamentablemente tanto los adolescentes como muchos adultos piensan que es una banalidad», indicó.

La cirujana entrevistada resaltó que algunas «teens» buscan ofertas independientemente del tipo de servicio ofrecido y quieren la cirugía a cualquier costo y a valores bajos.

«Lo ideal es operarse con un cirujano con título habilitante, experiencia, reconocido por la sociedad científica correspondiente y en un centro quirúrgico reconocido, que incluya complejidad para resolver las complicaciones que puedan surgir del procedimiento,  junto a la  colocación de  implantes de primer nivel», finalizó Aguirre.

Fuente: infobae.com