Arruabarrena se juega todo ante un rival siempre incómodo
El recuerdo de Bianchi empieza a hacerse presente con más fuerza en Boca. En abril de 2013, con el tercer ciclo del entrenador comenzando, la visita del equipo a San Juan fue una premonición de lo que vendría un año después.
Fue 6 a 1 en contra, un resultado histórico de un equipo que nunca encontraría el rumbo y terminaría con la carrera del «Virrey». Hace casi un año, otra vez en San Juan, el «Xeneize» vivió una noche complicada por la fractura de Carlos Bueno tras una fuerte entrada de Agustín Orion.
Con esos antecedentes, hoy Boca vista a San Martín obligado a ganar y mejorar en su juego para salvar a Rodolfo Arruabarrena. El DT quedó en la cuerda floja tras los resultados negativos en el verano, la goleada ante San Lorenzo, el empate con Temperley y la caída con Atlético Tucumán.
Para que el entrenador tome aire, el equipo necesita un triunfo y una mejora en su juego que borren las dudas de la Comisión Directiva sobre el proyecto, todavía a tiempo para poder enderezar el rumbo y pelear todos los títulos en juego.
Un empate ante San Martín es lo mismo que perder: Boca sumaría dos puntos sobre nueve disputados y el DT quedaría casi nocaut. Caer otra vez sería el final, una tercera derrota consecutiva le daría un adiós definitivo.
Además, el «Xeneize» lleva seis partidos sin convertir goles, 560 minutos sin gritos. Los dirigentes creen que ya no tiene vuelta atrás la situación pero Daniel Angelici no quiso echar a Arruabarrena tras el 1 a 0 ante Atlético Tucumán a pesar de que luego de la goleada frente a San Lorenzo le dijo que «el ciclo estaba terminado».
La CD espera un gesto de grandeza del DT, que casi renuncia en Córdoba pero su cuerpo técnico lo convenció de seguir, lo mismo pasó el último domingo. El plantel le dio su respaldo en palabras pero debe empezar a mostrarlo en la cancha.
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