El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires anunció la implementación de un nuevo plan para combatir la creciente mortalidad materna, que escala cada vez más año tras año. Se llama «Cada vida cuenta», y, según reveló la ministra de Salud de la Provincia, Zulma Ortiz, su objetivo es reducir la mortalidad materna mediante un sistema de vigilancia que obliga a los hospitales a notificar cada caso dentro de las primeras 72 horas.

«El 95% de los casos de mortalidad materna es evitable», contó la ministra Ortiz, sobre la muerte de mujeres durante embarazo, parto y puerperio, que creció un 43% entre el 2013 y el 2015. El año pasado ocurrieron más de 120 fallecimientos de esta índole en distritos bonaerenses, un aumento alarmante del 20% con relación a 2014. En lo que va del 2016 hubo 16 muertes, de las cuales nueve fueron analizadas con el nuevo sistema de vigilancia que ya comenzó a implementarse desde el 1° de enero, pero cuyo anuncio oficial a la prensa fue ayer.

«EL 95% DE LOS CASOS DE MORTALIDAD MATERNA ES EVITABLE»

La iniciativa «Cada vida cuenta», destinada a reducir la mortalidad materna en la Provincia de Buenos Aires, fue presentada luego de que la evolución de estos decesos creciera un 43% entre 2013 y 2015 al pasar de 86 a 123 muertes. El plan consiste en un nuevo sistema de vigilancia, creado por la Resolución Ministerial Nº 0001 -la primera de Ortiz desde que comenzó su mandato-, que obliga a los hospitales públicos y privados de la Provincia de Buenos Aires en los que ocurra una muerte materna a notificar el hecho dentro de las 72 horas posteriores al fallecimiento de la mujer.

De esta manera, una vez notificado el hecho, un equipo técnico del ministerio concurrirá al hospital o establecimiento de salud donde ocurrió la muerte, para efectuar un análisis del caso junto al equipo que asistió a la mujer. En un trabajo conjunto, harán un análisis de la causa raíz del deceso y establecerán un plan de acción para prevenir que, a futuro, se repitan las causas de la defunción. «La meta es llegar a 13 muertes al año, aunque obviamente la aspiración es llegar a cero, ya que el 95% de los casos de mortalidad materna es evitable».

«Antes, los datos de los fallecimientos llegaba 1 ó 2 años después, pero con este sistema los hospitales, tanto públicos como privados, tienen la obligación de notificar dentro de las 72 horas, ya que la inmediatez es esencial para abordar el tema y determinar cuál es la causa raíz», aseveró Ortiz. «De esta manera, las propias familias de las mujeres podrán tener acceso a la información, para salir de este ‘ocultamiento’, ya que este nuevo sistema de vigilancia activa servirá para transparentar la información».

Un crecimiento alarmante

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la muerte materna como «la muerte de una mujer durante su embarazo, parto, o dentro de los 42 días después de su terminación, debido a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención, pero no por causas accidentales o incidentales».

Según datos oficiales, la evolución de la mortalidad materna bonaerense muestra un ascenso alarmante en los últimos dos años. En 2013, murieron 86 mujeres; en 2014, 100, y en 2015, la cifra llegó a 123. En el país, durante 2014 ocurrieron 314 muertes maternas, por lo que casi un tercio de estos fallecimiento corresponden a mujeres que residían en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, se calcula que la cifra de decesos es aún mayor, ya que, debido a un sub-registro, hay 123 casos informados, pero el número real ascendería a una media de entre 150 o 160. Según Ortíz, esto se debe a un mal completamiento de certificados de defunción, en los que no se consignan algunos casos como muertes maternas.

«Junto a Venezuela y República Dominicana, la Argentina es uno de los tres países de la región de las Américas que no alcanzó el Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que consistía en reducir un 75% la mortalidad materna entre 1990 y 2015», comentó la ministra. Este nuevo sistema tomó como caso paradigmático el de Perú, que tenía una cifra muy superior a la de Argentina, y, gracias a un método parecido, logró bajar un 75% la tasa de mortalidad, la meta que se había propuesto.

Es que para 2015 Argentina debió haber alcanzado una tasa de mortalidad materna de 1,3 por 10 mil nacidos vivos. Sin embargo, según datos oficiales, en 2014 el valor de este indicador fue 3,4 por 10 mil nacidos vivos, incluso observándose un incremento del 6% respecto a la tasa del año 2013.

LA OMS DEFINIÓ LA MUERTE MATERNA COMO «LA MUERTE DE UNA MUJER DURANTE SU EMBARAZO, PARTO, O DENTRO DE LOS 42 DÍAS DESPUÉS»

A nivel mundial, aproximadamente un 80% de las muertes maternas son por causas directas. Las cuatro causas principales son las hemorragias (generalmente puerperales), las infecciones (septicemia en la mayoría de los casos), los trastornos hipertensivos del embarazo (generalmente la eclampsia) y el parto obstruido. «En la Argentina, el incremento entre 2013 y 2014, se debió a una mayor cantidad de muertes maternas por causas directas, como por ejemplo, la hipertensión arterial no controlada», concluyeron desde el Ministerio.

En la Provincia de Buenos Aires, los factores van desde demoras en la atención, hasta falta de condiciones obstétricas y natales esenciales como recurso humano calificado, por lo que el Ministerio buscará incorporar un personal de 300 personas, desde enfermeras hasta neonatólogos y obstetras. «El recurso humano es hoy lo más crítico. Estamos haciendo políticas para el bien común, reconociendo las falencias», admitió Ortiz.

«La meta es llegar a 13 muertes al año, aunque obviamente la aspiración es llegar a cero», declaró la ministra Ortiz.

Desde enero y hasta el 11 de abril se notificaron 16 muertes maternas. Desde la implementación del sistema de vigilancia «Cada vida cuenta», todas las muertes, a excepción de una, fueron notificadas dentro de las 72 horas. Los equipos regionales ya realizaron el análisis de nueve muertes maternas y propusieron planes de acción.

Los datos del 2016 son hasta el momento los siguientes:

La edad promedio de las mujeres fallecidas fue 27,7 años, con un rango de 18–38 años.
Trece fallecieron durante el embarazo; dos en el puerperio y una no se reportó.
Once muertes ocurrieron en instalaciones públicas; dos en privadas; una en seguridad social y en los otros dos casos no se reportó.

El sistema de vigilancia que puso en marcha la ministra Ortiz busca dar visibilidad a la problemática de esta tasa de mortalidad, para así involucrar a los equipos de salud de todos los niveles de atención en el análisis de cada fallecimiento. «La muerte materna es considerada un evento trazador, es decir, un indicador que revela el estado general del sistema sanitario en el que ocurre»; explicó Ortiz y señaló que «la mortalidad materna continúa siendo una de las deudas no saldadas con las mujeres, sus hijos e hijas, sus familias y la sociedad en general».