El cuaderno de comunicaciones se reemplaza con una aplicación en el celular
En 2017 reemplazarán el cuaderno de comunicados por una aplicación para el celular.
El teléfono celular pasará a ser un recurso pedagógico y al mismo tiempo, será la herramienta que permitirá a los padres, estar “on line” con la información sobre las actividades escolares de sus hijos. Así lo adelantó el presidente del Consejo General de Educación, José Luis Panozzo, quien no solo derogará la prohibición que pesa sobre docentes y alumnos para tener aparatos móviles en las aulas, sino que pondrá en marcha en 2017 una aplicación que desarrolló un equipo técnico del Consejo General de Educación (CGE), por la cual los padres podrán saber si su hijo está o no en la escuela, entre otras cosas, mediante un contacto permanente con la institución.
“Vamos directamente hacia una innovación y modernización educativa”, confió el ministro Panozzo, en el regreso del viaje a Esquel (Chubut), donde participó del Consejo Federal de Educación, que sesionó durante jueves y viernes.
La ampliación del uso de las nuevas tecnologías, a través de herramientas útiles, comenzará a darse a partir del inicio del próximo ciclo lectivo (previsto para el lunes 6 de marzo); será mediante distintas experiencias simultáneas a modo de prueba piloto, con el propósito de afinar el funcionamiento del sistema y generalizar inmediatamente su instrumentación a través de un proceso que alcance a todo el sistema educativo provincial.
“Se eliminará el cuaderno de comunicaciones”, graficó Panozzo acerca del impacto que comenzará a tener el uso del teléfono en la escuela que se viene, en un paso concreto para empezar a recorrer un camino que reconcilie a la escuela que todavía permanece sujeta a lazos con el siglo XX, y las tecnologías propias de la nueva época de los nativos digitales. Es también eliminar burocracia, y apropiarse de la plataforma digital incluso hasta para reducir la contaminación ambiental que propina la papelería.
Controlar la asistencia
“Cuando un chico falta, la comunicación es a través del alumno, y muchas veces los padres ni siquiera se enteran, porque vuelve con una firma falsificada. Pero la aplicación va más allá de eso», acotó el titular del CGE en declaraciones realizadas a diario Uno, sobre un sistema que permitirá un contacto diario entre padres e institución, que si bien habrá que aprender a administrar, también mejorará una relación que muchas veces hoy no es ni permanente, ni fluida.
En Paraná, una experiencia parecida se lleva adelante en el Instituto Dr. Enrique Carbó, de la obra de Don Bosco. De todos modos, en este caso, la aplicación del CGE tiene como fin expandirse por todo el sistema. «Esto no lo habíamos dicho antes porque queríamos tener bien realizado el trabajo, pero ya es una realidad. Se trata de un desarrollo del área de Nuevas Tecnologías del CGE, junto con el Sistema de Administración de Gestión Educativa (SAGE)», explicó.
Contacto directo
El nuevo esquema implicará el contacto de los padres con el preceptor, o con quien maneje el servicio, según disponga el área de gobierno de la institución educativa.
“Este paso es comenzar a desandar un camino de mitos, y dar un verdadero uso al celular como herramienta de trabajo. Ahora hay que aprender a usarlo, y eso seguro va a llevar también su tiempo”, acotó.
Uso de teléfonos
La decisión coincide con la eliminación dispuesta esta semana por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que pesaba sobre el uso del aparato móvil en las aulas. Así, se terminó el uso clandestino del celular, y desde ayer tanto los celulares, las tablets, notebooks y computadoras personales están permitidas en las aulas de colegios primarios y secundarios, públicos y privados.
En el caso de Entre Ríos, existe una circular que impide la presencia de teléfonos en las aulas, tanto portados por los docentes, como por los alumnos. Hasta ahora, solo podían ingresar con aparatos móviles a las aulas, en caso de coordinación previa del docente, para la realización de algún trabajo o experiencia pedagógica específica.
Proceso e inversión
“Estamos trabajando en la normativa que derogue la prohibición. Y que no solo sea autorizar al teléfono en las aulas, sino darle un uso como herramienta de trabajo. Hay que verlo desde ese punto de vista”, explicó Panozzo.
El proceso irá acompañado de la correspondiente actualización y formación docente, junto con la necesaria inversión en garantizar la conectividad de las escuelas y de cada una de las aulas, tal como anunció y comprometió el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich.
Ante la consulta, el titular de la cartera educativa provincial consideró también que esta idea constituye una continuidad al programa Conectar Igualdad. De hecho, hoy los celulares se han convertido en PC con todo el equipamiento, que ha provocado el retroceso de otros aparatos digitales, como tablets y hasta netbooks y notebooks.
“Será una verdadera transformación educativa, y es hacia donde tenemos que apuntar, venciendo barreras y en el marco de la modernización e innovación. Por eso, debemos tomar esto como una realidad que nos facilite un montón de cosas”, afirmó.
De la netbook al aparato móvil
La decisión de incorporar al teléfono celular como elemento de trabajo en las aulas parece ir sellando la suerte de una de las aristas del programa Conectar Igualdad, que constituyó la entrega de netbooks a todos los alumnos del nivel Medio, técnico, agrotécnico, de educación especial y de institutos de formación docente del país. De todos modos, seguirán siendo necesarios los equipos técnicos y profesionales para garantizar la operatividad, brindar capacitación y dar impulso al uso del dispositivo en las aulas.
La entrega de netbooks, este año estuvo prácticamente paralizada en todo el país, con una muy baja llegada a las escuelas.
En Entre Ríos, la mayoría de las instituciones escolares consultadas por Uno, tanto de la capital provincial como de otras localidades, confirmaron la falta de entregas de PC durante este año.
Proceso
En lo que va del año, las máquinas entregadas eran un remanente de las que quedaron de 2015. Hasta ese año habían recibido las computadoras todos los alumnos de toda la secundaria; por eso, en el inicio del ciclo lectivo, las computadoras debían ser entregadas a los ingresantes, algo que finalmente no ocurrió.
Directivas de distintas instituciones de la ciudad y de la provincia confirmaron que la metodología implementada desde el inicio del plan era cargar el listado de chicos ingresantes, que iban a recibir su computadora. Eso se repitió este año, pero sin respuestas.
«Los chicos de 1º Año preguntaban durante los primeros meses, pero cuando comenzaron a difundirse noticias sobre la incertidumbre del plan, entendieron que era difícil que las recibieran», confesó una de las responsables consultadas.
En la mayoría de las instituciones, prefirieron responder y reconocer la situación en forma anónima. «Actualmente son muy pocos los que tienen su computadora en condiciones. Pero incluso sucede que tampoco se traen a la escuela, por razones de inseguridad en la calle; los padres tienen miedo que se las roben por el camino», confesó la secretaria de una institución local.
En cuanto al uso real, hay una dificultad que los directivos y docentes no han podido sortear, en muchos casos: pasar de la fascinación que producen las nuevas tecnologías, para adaptarles y convertirlas en contenidos o en herramienta pedagógica.
Un cambio de rumbo
El gobierno nacional anticipó que para 2017, el programa actualmente bajo la órbita de la Anses, pasará a depender del Ministerio de Educación de la Nación. El titular de esa cartera, Esteban Bullrich, durante su paso por el Congreso días atrás para hacer referencia al presupuesto educativo 2017, indicó que se comprarán 500.000 computadoras. De ser así, y al no haberse realizado ninguna compra este año, alcanzará solo para cubrir lo que no se hizo este año.
Según dio a conocer recientemente la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), la compra de netbooks estaba contemplada dentro del rubro Innovación educativa del presupuesto 2016, aprobado en 2015.
Hasta este mes, de ese rubro sólo se ejecutó un 11 por ciento de lo pautado; es decir, el resto de los fondos que preveía este programa, se destinó a otros fines.
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