Fútbol internacional Quedan tres plazas libres por la deserción de los clubes mexicanos. La Conmebol debe definir cómo reparten los cupos desiertos.

Mexicanos. Pachuca campeón del Apertura mexicano y candidato a clasificarse a la Copa. No la jugará.

Los mexicanos siempre fueron outsiders de la Conmebol. Invitados por cuestiones comerciales, desde hace 18 años participan de la Copa Libertadores. Tuvieron dos cupos desde 1998, cuando América y Chivas tuvieron su bautismo en el torneo más importante de Sudámerica. Y con la primera reestructuración del certamen, recibieron una plaza adicional. Cruz Azul (2001), Chivas (2010) y Tigres (2015) llegaron a las finales, pero se quedaron en la puerta de la gloria. Igualmente, así hubieran sido campeones, no podían representar al Cono Sur en la Copa Intercontinental, luego transformada en el Mundial de Clubes.

Este último punto reglamentario era habitualmente cuestionado por la Liga MX, que le daba prioridad a la Concachampions, a fin de cuentas, la única posibilidad de asistir a la cita mundialista. El cambio de calendario de la Libertadores, que a partir de 2017 se disputará desde enero a noviembre, fue lo que terminó por empujar a los clubes mexicanos a la deserción. Aunque todavía no fue confirmado oficialmente, la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut) tomó la decisión de retirarse de la Copa porque se superponen los partidos de su torneo y los viajes a este rincón del continente requieren dos días entre idas y vueltas. Lo dejó entrever Jesús Martínez Patiño, presidente de Pachuca.

“Está muy compleja la situación por la cuestión de calendarios, en ese aspecto tenemos que apoyar todo el proyecto de la Liga para no afectarla. Salirse de un torneo internacional tan importante, como es la Libertadores, con tanto renombre, siempre tiene pro y contra”, afirmó el presidente de los Tuzos, que había propuesto jugar la Copa con futbolistas juveniles y extranjeros. Fue desestimada por la Femexfut.

¿Quién se quedará con las vacantes de los mexicanos? Esa es la pregunta que se hacen en toda Sudamérica. Boca y River están alerta. El gigante azul y oro perdió sus dos posibilidades. Eliminado en semifinales de la Libertadores ante el sorprendente Independiente del Valle y afuera de la Copa Argentina a manos de Central, tendrá un 2017 de cabotaje. El coloso de la banda roja, en cambio, todavía conserva una chance a través del trofeo autóctono.

La invitación por ránking que tanto ruido hizo hace dos meses, está descartada, más allá del atractivo que generan para el negocio de la televisión la participación de los dos grandes argentinos. Independiente, que perdió la batalla contra Atlético Tucumán, también está dispuesto a pelear por un lugar. Al menos, ya sabe que tiene una doble chance. Dependerá, en definitiva, de San Lorenzo. Sí, los hinchas del Rojo deberán encomendarse al equipo que hace tres años los empujó al descenso, casualmente su rival del domingo. Si el Ciclón gana la Copa Argentina (hoy juega con Gimnasia, por los cuartos de final) o la Sudamericana (la semana que viene enfrenta a Chapecoense en semifinales), Independiente se clasificará a la Libertadores de 2017.

Ahora, ¿qué posibilidades ciertas tiene Argentina de conseguir uno de los lugares que dejaron los mexicanos? Según deslizaron desde la Conmebol, son mínimas. A fin de cuentas, cuando Conmebol anunció la amplitud de equipos para la nueva edición de la Copa -pasará a tener 44 participantes-, la AFA y la Confederación Brasileña de Fútbol recibieron cupos extras para la Libertadores y la Sudamericana. Y aunque todos se consideran con derechos, Ecuador, Perú y Paraguay -con tres plazas cada uno- estarían en la lista de espera. Todo quedaría definido el martes, día en el que se reunirá el Consejo de la Conmebol. El premio es grande. Entonces, no faltará la rosca política.

 

Fuente: Clarín