Dos explosiones sacudieron las inmediaciones de un estadio de fútbol en Estambul: hay 29 muertos
El ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, dijo que además hubo 166 heridos en el ataque perpetrado después de un partido de la liga local. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan había emitido anteriormente un comunicado en el que señalaba que «desafortunadamente tenemos mártires y heridos», pero no ofreció cifras.
TURQUÍA.- Dos explosiones ocurridas en las cercanías del estadio del club de fútbol Besiktas en Estambul causaron la muerte de 29 personas, 27 de las cuales eran policías, confirmaron autoridades.
e cree que una de las explosiones fue un coche bomba y la segunda al parecer fue causada por un atacante suicida.
La policía acordonó el área mientras humo salía detrás de la recién construida Arena Vodafone, conocida coloquialmente como Estadio Besiktas por el nombre del equipo que juega ahí y del vecindario en que se encuentra. Algunos testigos afirmaron haber escuchado disparos tras las explosiones.
La primera explosión, la más fuerte, se registró cerca de las 10:30 de la noche, después que el equipo local Besiktas derrotó 2-1 al visitante Bursaspor en la liga turca. Erdogan explicó que se piensa que por el momento del ataque, los responsables pretendían causar el mayor daño posible.
De momento nadie se ha atribuido el atentado. Este año, Estambul ha registrado diversas explosiones, algunas de las cuales se han atribuido al grupo Estado Islámico y otras han sido reivindicadas por militantes curdos.
«Se cree que fue un coche bomba en un lugar donde nuestras fuerzas policiales especiales fueron ubicadas después del partido en el sitio por donde salieron los hinchas de Bursaspor», dijo Soylu, de acuerdo con un reporte de la agencia estatal turca Anadolu.
Ante los reporteros en Estambul, Soylu dijo después que la primera de las explosiones sucedió en una ladera adyacente al estadio. La segunda explosión sacudió el Parque Macka y se cree fue obra de un atacante suicida.
El canal privado NTV reportó que el blanco del primer ataque fue un autobús para policías antimotines.
Las imágenes transmitidas por televisión mostraron más de una decena de ambulancias en una calle aledaña al estadio y un helicóptero policial sobrevolando y alumbrando la zona con un reflector. Los vidrios de ventanas de los edificios cercanos se hicieron añicos por las detonaciones y cubrieron el pavimento. Los investigadores, entre ellos el jefe policial de Estambul, Mustafa Caliskan, se dirigieron rápidamente al lugar.
El club Besiktas condenó el atentado en un comunicado publicado en su portal oficial. Por su parte, el Bursaspor manifestó que entre los heridos no hay aficionados y emitió un comunicado en el que desearon «una pronta recuperación de nuestros ciudadanos heridos’.
Las autoridades de radio y televisión de Turquía emitieron una prohibición temporal a la cobertura noticiosa «para evitar que la transmisión pudiera generar miedo, pánico o caos público, o que sirva a los objetivos de organizaciones terroristas’.
En Twitter circulaban dos impresionantes videos que mostraban cómo se vivió el momento de la explosión desde un estudio de TV y desde un parque de Estambul desde donde se podía visualizar el estadio.
«Fue como un infierno. Las llamas se alzaban hacia el cielo. Estaba tomando té en un café al lado de la mezquita», dijo Omer Yilmaz, un empleado de la mezquita Dolmabahce, situada cerca del estadio.
Turquía ha sido golpeada por una serie de atentados con bomba en los últimos años, algunos de los cuales fueron atribuidos al Estado Islámico y otros a grupos militantes kurdos o extremistas de izquierda.
Tres presuntos militantes de EI causaron 44 muertes en un atentado suicida en el principal aeropuerto de Estambul en junio pasado, el más sangriento de los ataques sufridos este año.
En julio, el país se vio sacudido además por un intento de golpe perpetrado por una facción del ejército, seguido de una purga multitudinaria contra supuestos cómplices de los mandos golpistas.
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