Réplica del Gobierno a la CGT: echó a dos funcionarios cercanos al sindicalismo
Se trata de Ezequiel Sabor, viceministro de Trabajo, y Luis Scervino, superintendente de Servicios de Salud.
El Gobierno echó, en la tarde de este martes, a dos funcionarios cercanos al sindicalismo, en la primera reacción oficial luego de la movilización a la Plaza de Mayo organizada por la CGT y las CTA. Se trata de Ezequiel Sabor, viceministro de Trabajo, y Luis Scervino, superintendente de Servicios de Salud, organismo que se encarga de la distribución de los millonarios fondos de las obras sociales.
Sabor milita en el macrismo desde hace muchos años, surgió de la Fundación Pensar y se desempeñó como subsecretario de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión del actual Presidente como jefe de gobierno porteño. Sin embargo, era cuestionado por sectores de la Casa Rosada por su estrecha relación con Hugo Moyano y con Luis Barrionuevo, hasta tal punto que lo habían desafectado de muchos temas importantes por sus lazos con el sindicalismo.
En el caso de Scervino, se trata de un reconocido sanitarista que proviene del riñón gremial: fue director médico de la obra social del Sindicato de Obras Sanitarias y uno de los principales expertos de la CGT en materia de seguridad social. Su designación, apenas Macri asumió el Gobierno, fue interpretada como un gesto hacia los dirigentes cegetistas ya que la Superintendencia de Servicios de Salud administra el dinero que recaudan las obras sociales y que durante la gestión de Cristina Kirchner fue manejada a espaldas de los intereses sindicales.
Ahora, el desplazamiento de ambos funcionarios es una clara señal de que el Gobierno inició una ofensiva contra el sindicalismo peronista, de consecuencias por ahora impredecibles.