Terminó la búsqueda de los Gill en el primer pozo y habrá que aguardar para continuar.Gill y sra

Después de cinco días de búsqueda, el miércoles concluyó sin resultados positivos el rastrillaje en la Estancia La Candelaria, en Crucesita Séptima, en el marco de la búsqueda de la familia Gill, desaparecida hace 16 años. En la inspección de un pozo de agua – el primero de los sitios que identificó el testigo Armando Nanni- se hallaron nuevos restos óseos, que se sumaron a los ya encontrados y que fueron descartados por el forense Luis Moyano debido a que pertenecen a animales y no a seres humanos. El otro punto, un arroyo, con un tramo de unos 20 metros que está seco en su cauce, sólo fue inspeccionado por personal de la Policía, pero una primera evaluación determinaría que allí se necesitará otro tipo de tarea de búsqueda, distinta de la contratada por lo cual habrá una demora para solicitar una ampliación de presupuesto.
Desde este jueves habrá que esperar de que el Poder Judicial habilite el trámite de ampliación presupuestaria y defina si continúa la empresa que inició la tarea el lunes 5, Natalio Giménez, o llama a concurso de precios para que se presenten nuevos oferentes para continuar con las tareas de rastrillaje en busca de los restos de la familia Gill, cuyo rastro se perdió en el verano de 2002.

“Vamos a tener una demora en la segunda etapa. Y por la labor que hay que hacer, que es diferente a la simple inspección de un pozo, vamos a tener que pedir una ampliación presupuestaria en el Poder Judicial, y eso, nos va a llevar algo de tiempo. Ahora ya no depende de nosotros ni de la empresa encargada de los trabajos. El Poder Judicial tiene que determinar, en base a las normas administrativas, si hay ampliación de presupuesto para que siga la misma empresa, o habrá que realizar un cotejo de precios y que haya nuevos oferentes», contó a El Diario el juez Gustavo Acosta, titular del Juzgado de Garantías de Nogoyá, a cargo de la causa Gill.

Al respecto, explicó que la ampliación de presupuesto se debe a que “hay que hacer otro tipo de trabajo, diferente al que veníamos haciendo. En realidad, ya no se trata de inspeccionar un pozo de agua, como lo que hicimos hasta ahora. De lo que se trata es de realizar pequeñas perforaciones parciales en el lecho del arroyo para determinar dónde está el pozo que nos señaló Nanni”.

“Tenemos que buscar en el lugar en qué sitio está ese pozo grande que nos indica Nanni. Es un trabajo diferente al originalmente planificado, que era vaciamiento de dos pozos. Ahora, tenemos que encontrar el segundo pozo. Esta nueva situación la tengo que plantear ante el Superior (Tribunal de Justicia), y justificarlo. Y me tienen que aprobar el gasto”, especificó el magistrado.

Agregó que “no es que hay un pozo a inspeccionar, sino que hay que hacer una serie de perforaciones pequeñas para dar con el pozo principal. O sea, ese rastrillaje nos permitirá ubicar el lugar del pozo, y ahí, sí, empezar con la excavación principal. Y eso es un trabajo distinto, con otro costo”.

Finalmente, mencionó que el costo del primer trabajo contratado “fue de aproximadamente 50 mil pesos. Es un trabajo muy complejo, con mucha gente, y varias horas en medio de un campo”.

Fuente: El Diario