Los jugadores cortaron relación con el entrenador. El once ante Nigeria saldría de un consenso entre el plantel y el cuerpo técnico. Rumores de complot y pérdida de poder.636652139251381560-e1529634368124

La relación está rota. A días de que la Selección argentina juegue uno de sus partidos más importantes de los últimos años, se confirmó lo que se venía palpitando. Los jugadores impondrán sus deseos y el equipo que saldrá a la cancha el martes estará condicionado por los referentes, que no se hablan con Jorge Sampaoli.

El equipo nacional tiene por delante un duelo clave. Hay que ganarle a las Águilas Verdes para no pasar un papelón y volverse del Mundial en primera fase, algo que no ocurre desde 2002, cuando el equipo era comandado por Marcelo Bielsa. Pero en la concentración se viven horas de incertidumbre, rumores y desmentidas, que lo único que hacen es dinamitar el prestigio del seleccionado.

A tan poco de ése significativo cruce se confirmó lo que se percibía. La relación entre cuerpo técnico y jugadores está totalmente fracturada, a tal punto que la formación que saldrá a la cancha ante los africanos estará condicionada por los referentes del plantel, como ocurrió en el partido del debut ante Islandia. Y como el intento de Sampaoli de recuperar protagonismo ante Croacia fracasó, la interna recrudeció.

Ya había trascendido una acalorada discusión entre Sebastián Beccacece y Jorge Sampaoli. El ayudante de campo había sido recriminado por el entrenador en medio de un entrenamiento, algo que empezó a demostrar, ante los propios jugadores, los cortocircuitos internos.

Y luego de la humillante goleada sufrida ante los croatas, el vaso rebalsó. El plantel pidió una reunión con el cuerpo técnico en la que se dijeron de todo, tras la que se rumoreó que el entrenador no iba a dirigir el martes en San Petersburgo, y que las órdenes tácticas las iba a impartir Lionel Scaloni.

Un nuevo encuentro entre Chiqui Tapia, presidente de la AFA, y Sampaoli, tuvo como resolución el respaldo para el entrenador para continuar al frente del equipo. El problema es saber con cuánta autoridad.

Por eso, no será extraño que el martes vuelva a jugar un equipo mucho más parecido al que empató con los Vikingos, con un hipotético regreso a la titularidad de Éver Banega o Ángel si María y el ingreso de Franco Armani en el arco.