Recomendaciones para prevenir afecciones respiratorias
Ante la alta circulación de virus respiratorios producto de las bajas temperaturas, así como la proximidad de la primavera en la que se disparan las reacciones alérgicas, desde la cartera sanitaria reiteraron los cuidados que hay que tener para enfrentar esta problemática.
Además, expresó que “en general cuando hablamos de enfermedades respiratorias tenemos que recordar que el aparato respiratorio empieza en la nariz y termina en el alvéolo, así que cuando uno habla de estas enfermedades pueden ser tanto en el aparato respiratorio alto como en el bajo”.
“Las más comunes son las respiratorias altas, y dentro de ellas tenemos todos los que son los resfríos comunes, con las cuales la gente empieza a estornudar ya en abril-mayo. Son cuadros banales y en general virales, pero que pueden llegar a complicarse con cuadros bacterianos. Dentro de las enfermedades del aparato respiratorio bajo están las bronquitis y las neumonías”, agregó.
Doval señaló que la influenza se encuadra dentro de las más comunes entre las enfermedades respiratorias, y que tiene prevención mediante la vacuna que se aplica de forma gratuita a la población de riesgos y está disponible en todos los vacunatorios de la red de salud. Esta patología se caracteriza por fiebre alta (aproximadamente 39 grados), cefalea, dificultad para respirar y mucha postración; es un cuadro que dura entre una
semana y diez días, conlleva una recuperación muy lenta y puede hacer que el sujeto pierda peso.
“Se debe seguir mucho al paciente con influenza porque luego de este cuadro respiratorio es mucho más probable que puedan aparecer neumonías, y por eso en los años con mucha influenza también se ve mucha carga de infección bacteriana y neumonía” indicó Doval, agregando: “Esto es porque hay dos bacterias que aprovechan esta situación, el neumococo y estafilococo”.
Cabe señalar la neumonía también es prevenible mediante vacunación, con un esquema que requiere la aplicación de dos dosis. En la primera inoculación la vacuna que se coloca tiene 13 serotipos, con un refuerzo al año con otra vacuna que tiene los serotipos restantes, y con ellas se cubre al sujeto para toda la vida.
Además, la especialista informó que han sido muy características las consultas por tos de larga evolución: “La tos es un mecanismo de defensa, donde lo que está tratando de hacer el cuerpo es eliminar secreciones de la vía respiratoria, entonces lo que hay que hacer es humidificar la vía aérea, dar expectorantes e informarle al paciente que son cuadros que tienen un tiempo (pueden durar 15 días) y dejar que el proceso cumpla su período”. Siempre teniendo en cuenta que la tos no inhiba la actividad normal: que no tenga fiebre, se agite ni tenga dificultad respiratoria severa.
Finalmente, Doval destacó: “Me parece importante recordar que un cuadro respiratorio que tiene tos y expectoración por más de 15 días debe llevar a la consulta obligada del médico”, donde en algunos casos puede ser indicio de tuberculosis. “Es una enfermedad en la que se está observando diagnóstico tardío, con lo cual el paciente llega tarde a la consulta en ocasiones ya con mucha pérdida de peso y con pulmones bastante dañados”.
Pautas preventivas
Es importante mantener un buen estado de salud general, lo que conlleva distintas acciones en la vida de cada uno que van desde las horas de descanso apropiadas, abrigarse, no quedar con la ropa traspirada puesta luego de hacer alguna actividad física para evitar enfriarse. No fumar también es una indicación importante para no enfermarse de las vías respiratorias ya que el cigarrillo disminuye mucho las defensas al nivel de lo que es el árbol bronquial, y esa situación se convierte en propicia para que las bacterias que naturalmente conviven en uno (los individuos tenemos un microbioma propio dentro de nuestro cuerpo que puede verse alterado) se vuelvan virulentas.
Siempre dejar que entre la luz del sol que es un gran esterilizante; ventilar los ambientes, sobre todo si han habido personas enfermas porque las enfermedades del aparato respiratorio se transmiten por vía inhalatoria. Esto también contribuye a mantener humidificadas las vías respiratorias ya que los diferentes medios de calefacción le quitan humectación al ambiente, esto hace que las mucosas se resequen y resquebrajen, situación que favorece la aparición de infecciones.
También es importante sostener una buena hidratación y la incorporación de vitamina C al organismo; no abrigar a los niños en forma excesiva, procurando llevar diferentes capas de abrigo de modo que sea fácil quitarse las prendas extra cuando se esté en un espacio calefaccionado.
Cuadros por alergias
Por su parte el alergista Antonio Sánchez Segovia explicó que la reacción alérgica es una respuesta de defensa del organismo, pero exagerada.
La manifestación es de acuerdo al órgano donde se produce la reacción: “Una alergia de vías aéreas superiores se puede manifestar con una rinitis, o sea es un goteo constante de secreción acuosa, con estornudos y picazón de nariz; también se puede acompañar con picazón de ojo, que ahí sería una conjuntivitis alérgica; mientras que a nivel pulmonar se manifiesta con síntomas de asma”, señaló el especialista. Y agregó: “En el fondo la enfermedad es la misma, tanto a nivel nasal o a nivel bronquial donde hay abundante cantidad de secreciones, nada más que a nivel pulmonar se le agrega un broncoespasmo, una contracción del musculo del bronquio y por eso lleva a la falta de aire o disnea”.
Sánchez Segovia expresó que es importante tener en cuenta que a nivel de la mucosa nasal el alérgico tiene unas proteínas que retienen más los virus. “O sea que para un paciente alérgico es como si estuviera engripado permanentemente durante la época de otoño-invierno, donde hay muchos cambios de temperatura y donde circulan más virus en el medioambiente”.
En cuanto a la incidencia, el especialista señaló que en general se estima que aproximadamente el 30 por ciento de la población sufre de alguna enfermedad alérgica, siendo la rinitis alérgica la que presenta mayor frecuencia. De hecho, en nuestro país la sufren más de seis millones de personas.
Sánchez Segovia explicó que entre un 95 por ciento y un 98 por ciento de los casos de alergias son hereditarios, donde el individuo lleva los genes y es de acuerdo al medioambiente en que vive que la misma se le puede despertar o no. Además los padres deben tener presente que se puede manifestar desde los primeros meses de vida, por lo cual si hay antecedentes familiares, será recomendable la consulta profesional ante los primeros síntomas.
En torno a las complicaciones que presenta la enfermedad, se informó que el paciente con alergia ve alterada su calidad de vida, partiendo de que no descansa como corresponde por estar congestionado: tal vez duerma 10 horas, pero la calidad de sueño es mala y al día siguiente no puede hacer sus actividades con normalidad; en el caso de los niños puede ser la causa de problemas de falta de atención en la escuela.
Además, en caso de no tratarse puede presentarse el riesgo de cursar procesos infecciosos como rinosinusitis o otitis purulenta, faringitis agudas o amigdalitis. También el paciente asmático altera su calidad de vida si no es tratado, pudiendo presentar disnea por esfuerzo y bronquitis.
Elementos desencadenantes y tratamiento de alergias
Respecto a los factores desencadenantes, el más frecuente es el ácaro del polvillo ambiental. Estos son insectos microscópicos que viven en lugares cerrados, no así en el polvillo que se encuentra a la intemperie porque los matan tanto el frío como el calor intensos.
Por lo general el ácaro se encuentra en los dormitorios: en colchones, almohadas, frazadas, ropa de lana, alfombras, ositos de peluche, en el polvo depositado sobre televisores, computadoras y muebles. Para mantener su número lo más reducido posible se recomienda mantener la limpieza utilizando para ello un trapito húmedo (no quedarse solo con barrer y/o plumerear).
Luego se ubican los pólenes como el siguiente factor desencadenante. El más frecuente es el polen de las gramíneas (el del césped), que polinizan hasta que llega el frío (con lo cual si se cursa un invierno cálido la gramínea sigue polinizando y el paciente mantiene los síntomas).
En cuanto a los tratamientos, por lo general consisten en suministrar corticoides inhalatorios que actúan desinflamando la mucosa; lo que lleva a que el paciente tenga muchos menos síntomas. “Ese sería el tratamiento general de la rinitis alérgica y del asma; e incluso hay ciertos tipos de drogas que se le pueden dar a chicos de 5 o 6 meses, así que se puede tratar en todas las etapas de la vida”, completó el especialista.