Después de eliminar a Deportes Temuco en el «escritorio», el Ciclón jugó un buen partido y se ilusiona.
Una noche San Lorenzo volvió a jugar bien. Aunque parecía algo imposible, una cuestión que nunca iba a llegar, el Ciclón, que venía de eliminar a Deportes Temuco en el «escritorio», tuvo una buena actuación y le ganó 3 a 1 a Nacional de Uruguay en la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Todo comenzó muy rápido en el Nuevo Gasómetro. Los equipos recién se estaba acomodando sobre el terreno de juego cuando Rodrigo Erramuspe, a los 18 minutos, convirtió un gol en contra y le dio la primera alegría a San Lorenzo.

En una salida frustrada de Nacional, San Lorenzo, en los pies de Nicolás Blandi, encontró el segundo gol. Con juego y actitud, a los 33 minutos del primer tiempo el Ciclón ya ganaba 2 a 0.

A partir de ahí el Pampa Biaggio pidió un poco de calma. Sabía el entrenador de San Lorenzo que si su equipo se mantenía por el mismo camino iba a estar cerca de estirar la diferencia.

Nacional era una sombra. La primera parte llegaba a su final y el equipo uruguayo no había generado nada. Cansado por el intenso desgaste que había hecho, el local retrocedió algunos metros y le dio el control a la visita, que no pudo ni supo llegar con claridad.

San Lorenzo completó un primer tiempo muy bueno, tal vez el mejor desde que Biaggio es el entrenador.

La segunda parte parecía una continuidad de lo que había ocurrido antes. Pero un penal dudoso a los 24 minutos encendió las alarmas de San Lorenzo

Gonzalo Bergessio, un ex del club, tomó la pelota y cambió la falta por gol. Por respeto a los hinchas el delantero no gritó el gol y, con un brazo en alto, pidió disculpas. Toda la tranquilidad que tenía el Ciclón quedó atrás.