El BID advierte que no se sostienen los sistemas jubilatorios
En la publicación Presente y Futuro de las pensiones en América Latina y el Caribe, el BID afirma que los países del área “no están preparados para el escenario de rápido envejecimiento poblacional que enfrenta la región, donde se espera que, para 2050, una de cada cinco personas sea mayor de 65 años”.
De acuerdo con la publicación, los sistemas públicos de reparto están diseñados para ser generosos con los trabajadores que contribuyen durante toda su vida laboral, en ocasiones perjudicando a quienes cotizan por debajo del mínimo de años para calificar a una pensión (entre 10 y 35 años).
En estos sistemas, el Estado subsidia una porción importante (alrededor de un 44%) de la pensión promedio que reciben quienes cotizan durante toda su vida laboral. “En América Latina y el Caribe, son los trabajadores de mayores ingresos quienes, por lo general, contribuyen más años. Por eso, se acaba proporcionando pensiones altas a los trabajadores de mayores ingresos, a veces dejando sin pensión a los de bajos ingresos que no hicieron los aportes necesarios”, señala Mariano Bosch, especialista principal de la División de Mercados Laborales del BID.
“En ausencia de cambios en el diseño de beneficios, las presiones demográficas harán que los sistemas sean cada vez más generosos con el individuo, pero más costosos para el Estado”, afirma Bosch.
Por otro lado, los sistemas de capitalización individual, presentes en países como Chile, Colombia, México y Perú, entre otros, ofrecen una tasa de reemplazo de un 40%, es decir, el monto de la pensión a percibir representa menos de la mitad del último salario de cada trabajador.
“Existe el mito de que América Latina y el Caribe es una región joven, pero la realidad es que está envejeciendo mucho más rápido que el resto del mundo”, según explica Carmen Pagés, jefa de la División de Mercados Laborales del BID.