Sucede que la única manera para que los privados puedan conseguir dinero para los proyectos comprometidos en las PPP es con el aporte de bancos internacionales. Estos no sólo están en una posición prudente luego de la crisis financiera y el alza de las tasas locales a niveles exuberantes, sino que tienen estrictamente prohibido aportar dinero en proyectos donde intervengan empresas sospechadas (mucho menos condenadas) por actos de corrupción. El problema de fondo es que algunas de las constructoras que ganaron licitaciones para avanzar con las PPP, también figuran en el listado de compañías vinculadas con el pago de coimas durante el kirchnerismo. La consecuencia del combo Crisis + “cuadernos” fue la desaparición del financiamiento necesario para que las obras avancen. Ante esto el Gobierno lanzó un fideicomiso administrado por el propio Estado a través del Banco Nación y otras entidades públicas, donde los bancos aporten el dinero liberados de toda responsabilidad penal posterior. El primer aporte lo haría la propia entidad que maneja Javier González Fraga (que destinó unos u$s200 millones); más otros u$s400 millones depositados por las UTE que ganaron licitaciones como garantía para su adjudicación. Este dinero sólo cubre el 30% de los fondos necesarios para las obras de 2019 y, se sabe, si no interviene la banca privada no habrá posibilidades de financiamiento. La tarea de la jefatura de Gabinete de Marcos Peña será ahora convencer a los bancos que pueden aportar el dinero sin quedar comprometidos legalmente con las constructoras. Y que cualquier nuevo desvío en las tasas de interés quedará salvaguardado por la acción del propio Gobierno. Peña comenzará la próxima semana con las reuniones, donde se piensa cruzar a funcionarios, entidades financieras con constructoras. Incluyendo varias cuyos dueños circulan, cada tanto, por el juzgado de Claudio Bonadio.
Esta nueva responsabilidad de Peña es la causa por la cual la ejecución de las PPP pasó de los ministerios de Interior de Rogelio Frigerio y Transporte de Guillermo Dietrich al primer piso de la Casa de Gobierno; donde sólo el jefe de Gabinete atiende a los invitados. Destrabar las PPP es así fundamental para que durante 2019 haya obra pública que inaugurar.