La cosecha de trigo fue la mejor de los últimos 18 años.
Según publicó la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Bolsacer), la provincia alcanzó un nuevo récord en la producción de trigo, con un total de 1.530.195 toneladas.

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De este modo, se ubicó como la más importante de los últimos 18 años. En tanto, se estima que a nivel país se trillaron 19 millones de toneladas. Lo que preocupa ahora al sector, según mencionó, es el rinde de la soja, que podría verse afectado por las intensas precipitaciones que registra la región. Las lluvias demoraron el esquema de siembra de la legumbre y muchos productores optaron directamente por cultivar maíz.
La provincia alcanzó un nuevo récord en la producción de trigo, con un total de 1.530.195 toneladas, según publicó la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Bolsacer). Pero en medio del optimismo por este resultado, la semana pasada trascendió que Argelia rechazó un cargamento de este cereal, presuntamente debido a que la calidad del grano no cumplió con los requisitos del contrato, aunque no hubo mayor información al respecto.

El tema de la calidad del trigo ya había causado preocupación en el sector agropecuario, debido a que las intensas lluvias a fines de noviembre y en diciembre, en plena cosecha, demoró la trilla en algunas zonas, ya que hubo caminos que quedaron intransitables.

No obstante, ya culminada la campaña 2018-2019 hace poco más de una semana en el territorio provincial, un informe de la Cámara Arbitral de Entre Ríos aclaró: “Los principales daños observados en esta campaña son granos brotados, granos panza blanca y fusarium, este último en baja cuantía (…) Estos daños no presentan valores significativos, salvo lotes puntuales en los que el efecto del clima influyó sobre todo en el brotado”.

En este marco, Daniel Schumacher, referente de la entidad, señaló a diario Uno: “Este año los trigos tuvieron un poco menos de calidad que años anteriores, pero eso corresponde a un alto rendimiento. La calidad no fue la mejor ni fue excelente, pero no hubo problemas graves, fueron casos puntuales que no dificultan la normal comercialización ni desmerecen la calidad el producto”.

Por su parte, el ingeniero agrónomo y asesor Esteban Merini, explicó: “Ya se trilló el 100 por ciento del trigo en Entre Ríos. Si bien en muchos casos no tenía lo que se llama ‘calidad panadera’, a efectos de los altos rendimientos que hace que el porcentaje de gluten y proteína del grano disminuya, en calidad de grano no hubo mayores inconvenientes, aunque obviamente siempre encontramos lotes puntuales donde puede haber un brotado, pero fue en un porcentaje mínimo”.

Lo que preocupa ahora al sector, según mencionó, es el rinde de la soja, que podría verse afectado por las intensas precipitaciones que registra la región. Mientras el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) alertó por nuevas lluvias que al menos hasta el jueves podrían afectar una zona de Entre Ríos y otras provincias “superando los 100 milímetros y acompañadas de fuertes vientos, actividad eléctrica y granizo”, en declaraciones a LT 15, el director de Defensa Civil provincial, Lautaro López, sostuvo que en lo poco que va del mes en la provincia ya llovieron 400 milímetros, que es prácticamente lo que se “prevé para todo el verano”, y aseguró que “los suelos están saturados por exceso hídrico y no alcanzan a absorber las precipitaciones”.

“Producto de las condiciones adversas del año pasado, estamos teniendo porcentajes muy bajos de germinación al sembrar sobre trigo la soja de segunda: con todas las precipitaciones que hay, ese poder germinativo es del 60 o el 70 por ciento, y sumado a la gran humedad hay muchos granos que se están pudriendo», refirió Merini.

El especialista comentó que “hay preocupación porque no se termina la campaña de siembra”, y manifestó: “Si bien la semana pasada se avanzó bastante, quedan muchas hectáreas de campo todavía para sembrar”. A su vez, dijo que nuevas lluvias complican los pisos de esta siembra: “La fecha óptima en que debe culminarse este proceso es el 15 de diciembre; después se toma un plus de tiempo de siembra que puede ser hasta mediados de enero, con la consecuencia de disminución del rendimiento”.

Sin embargo, acotó: “Se estima que la segunda quincena de este mes se pueden llegar a cortar las lluvias y eso puede ayudar en el tema de desarrollo de la soja, porque también hay que tener en cuenta que tuvimos un diciembre muy frío y eso hizo que no germinara como debía hacerlo y el desarrollo de las plantas no fue como tenía que ser. A fines del mes pasado nos encontramos con soja que no superaba los 10 o 15 centímetros y toda una acumulación de factores hicieron que hoy las plantas tengan una altura promedio de 30 a 40 centímetros y no mucho más”.

Elvio Guía, productor agropecuario del Departamento Diamante y vicepresidente a nivel nacional de la Federación Agraria Argentina (FAA), concordó: “En Entre Ríos la mayoría estamos teniendo dificultades en la implantación de la soja de segunda, por problemas que se generan por los excesos hídricos más las altas temperaturas. Estamos en una fecha que para Entre Ríos no es la óptima para la siembra de soja, que se extiende en general hasta fines de diciembre. Muchos productores pasan a sembrar maíz en ese campo, cuya ventana de siembra es hasta mediados de mes, y no soja, porque se ve afectado muy fuertemente su potencial de rendimiento y así también la cuestión económica”.

Guía sostuvo que tras una reunión con referentes de las distintas cooperativas entrerrianas, advirtieron que los principales inconvenientes que reportaron fueron problemas con el desarrollo de las plantas: «No han nacido bien, o hay lotes en los que se ha perdido mucha cantidad de plantas, o en muchos casos no tienen el estándar adecuado. Habrá que evaluar hasta fin de mes cuántas hectáreas finalmente se implantaron con soja y cuántas de maíz de primera y de segunda», dijo.

En referencia a las próximas lluvias anunciadas, el dirigente indicó que «la preocupación pasa por el tiempo de la implantación de los cultivos», y explicó: «Si bien después puede haber pérdida por el complejo de hongos y por alta humedad, la ventaja es que Entre Ríos tiene la particularidad de que el agua se va, a diferencia de Córdoba, parte de Santa Fe y Buenos Aires, donde hay muchos lugares en los que el agua queda estancada».

A su vez, mencionó que otro problema que puede presentarse –tal como ocurrió en la campaña de 2016– es «cuando ya el grano está para trillarse y empiezan los excesos hídricos y pérdidas de calidad por podredumbre», y comentó: «El grano se abre y cae al suelo o cuando la máquina lo toca explota y no se puede cosechar».