EL STOCK DE COLOCACIONES NO AJUSTABLES YA SUPERA LOS 1,1 BILLONES DE PESOS – Aunque resta contabilizar el último día del mes arrojan un crecimiento interanual de nada menos que del 76%. En lo que va del año las colocaciones privadas en pesos aumentaron $125.000 millones.

De acuerdo con la última información disponible del Banco Central, al 27 de febrero pasado, el stock promedio mensual de los depósitos a plazo fijo en pesos no ajustables del sector privado ascendió a $1,109 billones mientras que el de las colocaciones en pesos ajustables a $16.729 millones. O sea, que entre familias y empresas tienen en total colocaciones a plazo fijo en pesos por $1,125 billones.

Si bien a lo largo de febrero los rendimientos ofrecidos a los ahorristas de plazo fijo fueron en caída, en consonancia con el retroceso de la tasa de referencia, de las Letras de Liquidez (Leliq), y a pesar de que los datos y pronósticos sobre la inflación siguieron dando cuenta que el tema está lejos de encauzarse hacia los deseos oficiales, tanto el público como las empresas prefirieron mantener las apuestas al peso versus el dólar y colocarse en plazos fijos no ajustables. Claro que también detrás de estas apuestas se refleja el nivel de incertidumbre reinante ya que los plazos fijos ajustables obligan a estacionar el dinero como mínimo 180 días, en cambio, los no ajustables pueden hacerse desde 30 días de plazo. O sea que, pese a que hubo varios momentos de altas tasas de interés para los ahorristas, la mayoría prefirió jugar al corto plazo e ir viendo cómo evoluciona este endemoniado 2019, en lugar de asegurarse más tasa por más tiempo. Esto de estacionar liquidez por más tiempo lo suelen aprovechar sólo los grandes inversores y empresas en función de su cash flow, siempre y cuando visualicen cierta estabilidad cambiaria.

Vale señalar que también en gran parte de la primera quincena de febrero se vivió otro capítulo de la seudopax cambiaria, lo que reavivó las expectativas sobre el carry trade (apuestas al peso vía tasa de interés). Cuando la tasa de Leliq cayó a niveles de 44% y el dólar trepó a $39,7, el BCRA reaccionó y sobrevino un ajuste: suba de tasas y freno al dólar.

De todos modos, el crecimiento de los plazos fijos en pesos del sector privado no deja de ser una señal en el concierto de creciente incertidumbre política. Las colocaciones no ajustables han crecido en febrero al 76,1% interanual y 6,8% mensual. El promedio mensual de febrero se ubica en torno a los $1.108.648 millones, lo que implica un aumento en términos absolutos de $70.976 millones frente a enero pasado y de $158.696 millones en lo que va del año.

Para tener una mera dimensión de qué representa este stock vale señalar que al tipo de cambio de mercado equivale a nada menos que u$s27.700 millones más otros u$s400 millones de plazos fijos ajustables. Es decir que el total de depósitos privados a plazo fijo equivale al 42% de las reservas totales del Banco Central. Sólo a lo largo de 2019 el stock de plazos fijos en pesos privados creció el equivalente a casi u$s4.000 millones.

Claro que es importante que aumenten los depósitos privados, y que la gente ahorre en pesos. Sin embargo, teniendo en cuenta que el BCRA se comprometió a un crecimiento nulo de la base monetaria, queda en evidencia que no controla el resto de los agregados monetarios. Según el Estudio Broda, mientras la base monetaria creció entre febrero 2019 y septiembre de 2018 un 5,7% (cabe recordar que el FMI contempla un crecimiento de la base en julio y diciembre), el agregado M1 (billetes y monedas en poder del público más depósitos en cuenta corriente en pesos privados) lo hizo al 7,9%, el M2 (M1 más depósitos en caja de ahorro privados en pesos) lo hizo al 7,3%, pero el M3 (M2 más depósitos totales en pesos privados) creció al 19,8%.

Además, está el crecimiento de las Leliq cuyo stock ya supera los $900.000 millones, de los cuales se estima que 3/4 partes son colocaciones especulativas y el resto corresponden a conformación de encajes normativos.

Todo esto es relevante en el contexto de un año electoral que se avizora divisorio de aguas, en términos del destino o modelo de país que elegirá la ciudadanía. La experiencia histórica es muy aleccionadora en cuanto a que en momentos preelectorales, los ahorristas e inversores aceleran la dolarización de sus carteras hasta tanto se despeje el panorama electoral. Se sabe que a medida que se acerquen las PASO y se desempañe la visión de los candidatos a la presidencia, gran parte de los plazos fijos y de Leliq se darán vuelta e irán en busca de transformarse en dólares, lo que presionará el mercado de cambios. Por eso es clave cuánto le dejará vender el FMI al Tesoro del excedentes de divisas que tiene para afrontar lo que se presume será un difícil tercer trimestre pese a la supercosecha.