La brecha salarial de género lleva dos décadas estancada y es del 25 por ciento
Entre 2005 y 2015 aumentó un 40 por ciento la “la penalización profesional de la maternidad”, que es la diferencia entre la proporción de mujeres adultas con hijos menores de 6 años que trabajan frente a las mujeres sin hijos.
En la Argentina, las mujeres cobran un 25 por ciento menos que los varones. Esta desigualdad durante la vida laboral las complica aún más en lograr una pensión por jubilación. Nueve de cada diez mujeres están a cargo del trabajo doméstico, que no tiene ninguna remuneración. A las mujeres les cuesta mucho más conseguir empleo: la tasa de ocupación es del 44 por ciento contra el 64 por ciento de los varones. El trabajo informal entre ellas es el doble que el masculino, y la desocupación es cinco veces mayor. Los datos se desprenden de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que, además, señaló que la brecha salarial entre los géneros está estancada hace dos décadas.
Los datos son de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Parecen cifras viejas, pero no. Son de ahora. “Un futuro del trabajo en el cual las mujeres ya no estén rezagadas con respecto a los hombres puede ser realidad, pero es necesario dar un gran salto, no solo tímidos pasos graduales”, dice este informe publicado por el Día Internacional de la Mujer, que se llama “Un paso decisivo hacia la igualdad de género: Para un mejor futuro del trabajo para todos”.
El informe muestra que en los últimos cinco años, la diferencia entre las tasas de empleo de los hombres y las mujeres no llegó a disminuir ni el dos por ciento. En 2018, las mujeres tenían 26 puntos porcentuales menos de probabilidad de trabajar que los hombres. Y eso que el 70 por ciento de las mujeres ha manifestado su interés en trabajar.
Entre 2005 y 2015 aumentó un 40 por ciento la “la penalización profesional de la maternidad”, que es la diferencia entre la proporción de mujeres adultas con hijos menores de seis años que trabajan frente a las mujeres sin hijos.
A las mujeres les sigue costando llegar a los puestos más altos, y la situación prácticamente no ha cambiado en lo últimos 30 años. Menos de una tercera parte de los directivos son mujeres. Y las mujeres tienen un nivel de educación más alto que los varones. El informe muestra que la educación no es la causa del mayor desempleo o tener menores salarios. “Diversos factores obstaculizan la igualdad en el empleo, y el más importante es el cuidado de los niños”, explica Manuela Tomei, directora del Departamento Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.
El informe muestra también la “penalización de la maternidad” en términos de liderazgo: del total de gerentes con hijos pequeños, sólo el 25 por ciento son mujeres. El porcentaje sube a 31 si las mujeres no tienen hijos.
“En los últimos 20 años la cantidad de tiempo que las mujeres dedican al cuidado y al trabajo doméstico no remunerado apenas ha disminuido, y el tiempo que le dedican los hombres ha aumentado solo en ocho minutos al día. A este ritmo, serán necesarios más de 200 años para alcanzar la igualdad en el tiempo dedicado al trabajo de cuidado no remunerado -explica Tomei-. Cuando los hombres comparten el trabajo de cuidado no remunerado de manera más equitativa, encontramos un mayor número de mujeres en cargos directivos”.
El informe también propone una serie de cambios que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres. Habla de derechos, trabajo equitativo, igualdad de oportunidades, el fin de la discriminación, la violencia, el acoso. Se plantea la necesidad de políticas y estructuras de cuidado inclusivas y protección social universal. Y para que todo ello ocurra, se reitera la necesidad de mejorar la participación y la representación de las mujeres en ámbitos laborales y de decisión política.
“Solo lograremos justicia social cuando aceleremos la toma de medidas para mejorar el progreso en la igualdad de género en el trabajo. Ya sabemos lo que hay que hacer”, concluyó el director General de la OIT, Guy Ryder. “Sabemos ahora mucho más sobre las diferencias de género y los factores que las generan, y lo que es necesario hacer para lograr progresos en materia de igualdad de género en el mundo del trabajo; el camino está trazado -agregó Shauna Olney, jefa del Servicio de Género, Igualdad y Diversidad de la OIT-. Con determinación y decisiones valientes, podemos dar un paso decisivo, de manera que el futuro del trabajo no refuerce las desigualdades del pasado. Esto beneficiará todos.”
Pedro Américo Furtado de Oliveira, director de la oficina de país de la OIT en Argentina, habló con Clarín sobre la situación de desigualdad del país: “Argentina cuenta con herramientas y recursos humanos para transformar esta realidad. Es posible reducir estas brechas y desarrollar un mercado de trabajo que sea decente, con equidad e igualdad de oportunidades. El país ya dio muestras de estar comprometido con este desafío y existen algunos avances en materia legislativa, como la ley de paridad salarial y la licencia por paternidad, pero aún hay mucho por hacer. En particular, dentro de las tareas de cuidados y el trabajo doméstico, donde la OIT acompaña muy de cerca a los actores del sector para contribuir a mejorar su calidad de empleo y de vida”.