Por Leo Paradizo. A dos semanas de jugar ante Paranaense por Copa Libertadores, ya se habla de un mercado que empieza a decepcionar. Los tiempos se acortan, pero Angelici y Burdisso están a tiempo de revertirlo.
ENERO DE 2019. Burdisso eligió a Alfaro para ser el técnico de Boca (AP)
ENERO DE 2019. Burdisso eligió a Alfaro para ser el técnico de Boca (AP)

A dos semanas de jugar ante Paranaense por la Libertadores, el mercado de pases avanza y Boca no cumplió con las expectativas generadas. Gustavo Alfaro quiere y precisa más recambio. Pese a la abundancia en su plantel, siente que para ganar la Copa necesita caras nuevas. Sobre todo porque cree que son varios los jugadores importantes que todavía tienen chances de irse.

Tras la derrota ante Xolos de Tijuana, el entrenador fue claro: «Espero por algo más. Puede haber jugadores que se vayan y dejen agujeros. Estamos a contratiempo porque se pueden ir en agosto y con el libro de pases cerrado». Teléfono Nicolás Burdisso, teléfono Daniel Angelici.

Hubo mucho ruido (y en algunos casos, permítanme hablar de “humo”) con Daniele De Rossi, Marcos Acuña, Maximiliano Meza, Eduardo Salvio, Matías Silvestre, Ever Banega, Guido Carrillo, Mauro Boselli y André-Pierre Gignac; y pocas nueces, ya que solo llegó Mac Allister a préstamo, y también lo haría Hurtado. Ambos cuentan con posibilidades muy remotas de comenzar la temporada siendo titulares.

Hace poco, Burdisso manifestó: «Fuimos a ver un montón de jugadores de América y Europa. Hoy no es momento y tiempo para apuestas”. ¿Mac Allister no es apuesta? ¿Hurtado con 19 años tampoco? Algo anda mal en Boca. La gestión en el mercado no es buena, y aunque esté a tiempo de revertirlo, es difícil imaginar a un futuro refuerzo como titular ante Paranaense.

“Cuando empiezo a seguir a un jugador, a los meses cuadriplica su valor”, contó Burdisso. Boca tiene la billetera más abultada del fútbol argentino. Ni siquiera River cuenta con su capacidad económica: el ejemplo más claro es que primero tuvo que vender a Alexander Barboza para poder ofertar por Paulo Díaz.

Boca está dispuesto a derrochar dinero, y aún así, no encuentra el éxito en sus gestiones. Hasta en el rubro ventas aún no consiguió lo que buscó: transferir a Pavón.

En definitiva, con autosolvencia económica, con el recuerdo frustrante de Madrid, con la Libertadores a la vuelta de la esquina y con un clima político que también presiona, en Boca ya se habla de un mercado de pases complicado. Angelici y Burdisso deben acelerar, el margen de error se acotó.