El duro relato de una víctima del ex confesor del cura Grassi: "Es el peor monstruo que conocí"
La causa que se había iniciado en 2008 por «abuso sexual» contra el párroco y ex Capellán del Servicio Penitenciario Bonaerense, Eduardo Lorenzo, casi prescribe. Es que la Justicia la archivó a los pocos meses de ingresarla hasta que la Fiscal Ana Medina la retomó.
En ese momento el denunciante era un nene de 14 años que hoy tiene 26 años, apodado León y se animó a contar los encuentros sexuales que organizaba el párroco de la la Iglesia Inmaculada Madre de Dios de Gonnet con menores de edad.
«Nos invitaba a dormir, a su cama. Tenía una cama matrimonial que todos los que entraban podían ver. Había un grupo de cuatro o cinco que éramos sus elegidos. Nos quería tener todo el tiempo con él. Nos iba seduciendo y de a poco nos fue controlando», agregó León.
La supuesta manipulación del párroco era tal que en las reuniones con su grupo selecto, muchos de ellos menores de edad tal como «León», les convidaba alcohol y los invitaba a mirar pornografía, les hablaba de sexo y les pedía que les mostrara sus penes para medirlos. «Nos daba besos en la boca», agregó en su declaración.
Cuando Julián leyó la declaración de aquel chico, revivió todo lo que a él le había pasado cuando era un nene de 13 años. «Me anuló como persona. Me tomó muchísimo tiempo volver a armarme y poder poner palabras a lo que me estaba pasando», dijo Julián en una entrevista con C5N.
En el año 1999, Julián se sumó al grupo de scouts de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en las calles 20 y 38 de la capital provincial. Allí conoció al padre Lorenzo. «Se mostraba como una figura patriarcal. Habla muy bien y se hacía pasar por tu mejor amigo. Pero cuando las cosas no las hacías de la forma que él quería, todo se volvía un caos y te empezaba a maltratar y a agredir. Me arruinó la vida«, explicó Julián y asegura que todavía tiene lagunas en su cabeza que no logra saber qué fue lo que pasó. «Yo lo tuve delante mío en una habitación completamente desnudo. No era normal para mi ver una situación así. Jamás vi una persona desnuda hasta ese momento de mi vida», contó.
Julián explicó que fue gracias al apoyo y contención de su mujer y el nacimiento de su hijo que empezó a poner en palabras lo que le estaba sucediendo. «Cuando nació me hijo me di cuenta que tenía que volver a lo que me había pasado para poder estar bien para él», dijo.