El municipio beltranense dispuso el cierre del establecimiento, que funcionaba en una casa. No había médico ni historias clínicas.

La Municipalidad de Fray Luis Beltrán clausuró un inmueble donde funcionaba un geriátrico «trucho» instalado en una casa de la calle French al 500 de esa ciudad del departamento San Lorenzo, a 26 kilómetros de la ciudad de Rosario.

Los inspectores municipales constataron que, además de no tener la habilitación correspondiente, el lugar no disponía de espacio suficiente para albergar a los 14 ancianos que se encontraban alojados, ni la higiene necesaria ni las condiciones edilicias mínimas.

El intendente de esa ciudad, Mariano Comicelli, contó a LaCapital que el sábado, vecinos de la zona comenzaron a mandar mensajes a funcionarios del municipio en los que daban cuenta del ingreso al inmueble de French 546 de ancianos que eran traídos en taxis y otros vehículos y que no volvían a salir del inmueble. «El lunes, mandamos la inspección municipal, pero no se encontró a nadie que atendiera a los agentes. Decidimos volver el martes, nos atendió quien dijo ser empleada de un geriátrico. Pedimos ingresar y mandamos a todas las áreas municipales, como Salud, Inspección de Comercio, juez de Faltas, ante el conocimiento previo de que no teníamos ningún comercio habilitado», contó.

Panorama angustiante

El caso fue que, al ingresar a la casa, se encontraron con un panorama angustiante: 14 ancianos, de distintas procedencias dentro de la región y repartidos entre hombres y mujeres en cantidades similares, estaban alojados en condiciones «deplorables», con el inmueble sucio, las cosas tiradas, algunos ancianos en muy malas condiciones de salud, todos tenían sarna, una de las ancianas presentaba problemas en un seno, que supuraba.

«No había constancia de ningún médico a cargo, no había legajo ni historia clínica de ningún paciente, las condiciones sanitarias eran pésimas, algunos ancianos —para el criterio de la secretaria de Salud— estaban mal nutridos, la comida que les iban a suministrar el mediodía del martes era incomible, por lo que hubo que llevar viandas a fin de alimentarlos», recordó Cominelli.

Plan sanitario

Ante este panorama, se coordinó un plan sanitario para trasladarlos hacia distintos centros asistenciales. Según precisaron desde la Municipalidad, se decidió en resguardo de los ancianos llamar a los familiares para que se hicieran responsables, a los que requerían internación se los internó, y a aquellos que, aunque teniendo familiares, se consideró que debían ser trasladados en ambulancia, fueron llevados a sus lugares de destino por ese medio.

La casa fue clausurada, la secretaria de Acción Social hizo la denuncia ante la comisaría 4ª de Fray Luis Beltrán, cuyos efectivos estuvieron presentes durante todo el operativo, que se prolongó hasta las 23 del martes.

Una casa común

LaCapital estuvo en el lugar. La vivienda se levanta sobre la última cuadra pavimentada de French, a unas cinco cuadras de la ruta, en la que desemboca. Es un barrio tranquilo. El inmueble no tiene ninguna señal, ni cartel ni inscripción que dé cuenta del funcionamiento de una institución. Es sólo una casa con revestimiento de laca marrón, un portón de chapa, puerta y ventana. Es una casa como cualquiera. Tampoco tenía cuando llegó este diario una faja de clausura.

«Yo vi un revuelo de gente a eso de las dos de la tarde y me llamó la atención. Después me enteré de lo que estaba pasando. Había gente que venía a buscar a los viejitos, decían que se los tenían que llevar a otra parte», contó un vecino que regentea una ferretería lindera al inmueble allanado. «La dueña me había dicho que tenía intención de poner un geriátrico y me llamó la atención, pero ella dijo que tenía a unos viejitos a los que podía traer», narró.

Se habló en un momento de que desde la casa se escuchaban llantos y quejas, lo que no fue corroborado por este diario, ni por las autoridades consultadas ni por vecinos. «Yo tengo una pared muy ancha que además está insonorizada, desde aquí no se escucha nada», dijo el ferretero.

De acuerdo a lo que precisaron las autoridades, los familiares de los internos argumentaron que, si bien conocían a la dueña porque tenía otros geriátricos, desconocían las condiciones en las que estaban estos internos. Por lo que se supo, las camas en ese lugar eran insuficientes y había abuelos que dormían en colchones sobre el suelo.

La denuncia fue radicada en la comisaría 4ª de esa localidad por razones de jurisdicción, mientras que le Fiscalía de San Lorenzo investiga el caso como abandono de persona entre otras causas que podrían caratularse en las próximas horas.

Por lo pronto, Ana María L, fue quien se presentó como la propietaria del asilo clandestino y también estaría vinculada a situaciones similares en otros establecimientos de la región.

La Capital de Rosario