Fue convencido de entregar una importantísima suma de dinero en dólares en una esquina del pleno centro de la ciudad de Rosario

Según trascendió, la víctima del embauco fue inducido a pensar que estaba hablando con un familiar, quien le advertía de la urgencia de disponer del dinero para poder cambiarlo debido a que saldría de circulación.

Tras convencerlo de la necesidad de realizar la gestión, el hombre realizó la entrega de la millonaria suma en la intersección de pasaje Alvarez y Paraguay, en pleno centro de la ciudad que hoy no cuenta con el movimiento habitual por el aislamiento social, preventivo y obligatorio establecido por la pandemia de coronavirus Covid-19.

 

Tras advertir la maniobra fraudulenta, desde el entorno de la víctima se comunicaron con la policía para realizar la denuncia.

Este tipo de hechos se viene registrando con frecuencia en tiempos de cuarentena. Son varias las modalidades que emplean los delincuentes.

 

Uno de los delitos más habituales es la estafa a través de un llamado telefónico, con la que los timadores se hacen pasar por los familiares directos que ayudarán a realizar una transacción bancaria, trámites en oficinas públicas mediante el uso de dinero, u otros recursos de engaño.

Durante la pandemia también se produjo un incremento en hechos delictivos conocidos como estafas telefónicas en las que vecinos reciben llamadas desde Anses o bancos oficiales o privados en los que se anuncia que uno de los integrantes de esa familia fue beneficiado con la emisión de un crédito o del cobro de un bono.

Una vez que el estafador se gana la confianza avanza el diálogo para obtener datos como número de Documento Nacional de Identidad (DNI), números de tarjetas de crédito y claves de seguridad, o número de la Clave Bancaria Uniforme (CBU) para agilizar los trámites.

Además, se incrementaron las tentativas de estafas por correo electrónico, modalidad en la que solicitan un pago en moneda extranjera o en la moneda virtual bitcoins para no revelar datos supuestamente hackeados de computadoras o celulares, claro que en estos casos el tono es imperativo y amenazante.