Es una mujer cordobesa, que se transformó en una de las pacientes más longeva a nivel mundial en superar el coronavirus.

Una mujer cordobesa se transformó en una de las pacientes más longeva a nivel mundial en superar el coronavirus. Se trata de Francisca, que en octubre cumplirá 102 años de vida y está absolutamente lúcida pese a las comorbilidades que presenta.

Francisca, conocida como Minina, es una cordobesa que tiene 101 años y recibió este miércoles su alta clínica tras haber estado internada luego de un diagnóstico de coronavirus.

El pasado 2 de septiembre, Minina ingresó al hospital Ferreyra con un cuadro respiratorio que preocupaba debido a su edad y a que tiene otras enfermedades que implican alto riesgo: hipertensión, osteoporosis, chagas y arritmia. Sin embargo, con mucha garra y amor propio logró salir adelante y superó el coronavirus.

“La esperanza es muy importante, y tener la voluntad y el amor, las ganas de vivir. Yo siempre tuve muchas ganas de vivir, quizás por eso Dios me ha dado tantos años”, reflexionó Francisca, quien fue directora de la escuela Manuel Lucero de Alta Córdoba.

“La gente se ha portado muy bien, es muy prolija, te atienden con mucho cuidado, me he sentido bien. En ningún momento me he sentido desatendida”.

En tanto, su hija, María Cecilia Samamé, dijo a Cadena 3: “Estoy sumamente agradecida con el Apross (obra social de la ciudad mediterránea). Fueron rápidos en enviar la ambulancia. Todo fue excelente. Con mi madre se han portado tan bien. Yo creía que no la iba a volver a ver a mi mamita, pero la tengo de nuevo y muy bien”

“Ella vive en una residencia geriátrica. Tiene tres hijos, nietos y bisnietos. Todo fue una fiesta cuando regresó, una alegría. Aplaudimos. Es la que tiene más años en la residencia. Ella está muy lúcida. Por eso yo sufría. Me emociona. No pensé que iba a volver”, agregó Cecilia, que es la menor de tres hermanos.

Minina también compartió un mensaje para la comunidad cordobesa: “El consejo principal es tener mucha fe, y vivir siempre pensando en qué se puede hacer, pero nunca quedarse sentado. Les aconsejo ser constantes en la vida, amar la vida, vivirla en paz y con amor”.