Los menores fueron separados de sus familias en 2018 a causa de la política de inmigración “tolerancia cero” en la frontera sur de Estados Unidos
Una niña hondureña llora mientras su madre es cacheada por la patrulla fronteriza en McAllen (Texas), en 2018.
Una niña hondureña llora mientras su madre es cacheada por la patrulla fronteriza en McAllen (Texas), en 2018.JOHN MOORE / GETTY IMAGES

Al menos 545 niños inmigrantes en Estados Unidos, que fueron separados de sus familias en 2018, todavía buscan a sus padres para ser reunidos. Los abogados de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) han denunciado ante un tribunal en California que la política de inmigración “tolerancia cero”, implementada por el Gobierno de Donald Trump, ha dejado pendiente la reunión de cientos de menores con sus padres cuando buena parte de los adultos ya han sido deportados, principalmente, a países de Centroamérica.

Entre 2017 y 2018, la Administración de Trump endureció las medidas para detener la inmigración irregular a Estados Unidos. El programa “tolerancia cero” permitía la detención de los inmigrantes para ser procesados en el sistema de justicia como criminales. Algunos de ellos habían formado parte de las caravanas de migrantes que partieron desde Centroamérica y cruzaron México hasta alcanzar la frontera con Estados Unidos. Al ser detenidos por la patrulla fronteriza o agentes de inmigración, eran enviados a instalaciones penitenciarias, mientras que los menores que les acompañaban eran llevados a centros de detención o eran reubicados con familias de acogida en Estados Unidos.

En 2018, tras conocerse las condiciones en las que estos menores permanecían en las estaciones migratorias, Trump firmó una orden ejecutiva para detener la separación de las familias. Sin embargo, el proceso para reunir a los menores con sus padres ha sido complicado desde entonces, debido a que los agentes de inmigración no reunieron suficiente información para localizar a los padres de los niños. Varias organizaciones no gubernamentales comenzaron la tarea y han logrado en los últimos dos años reunir a 485 familias con sus hijos.

“La gente pregunta cuándo encontraremos a todas estas familias y, lamentablemente, no puedo dar una respuesta. Simplemente no lo sé. Pero no dejaremos de buscar hasta que encontremos a cada una de las familias, no importa cuánto tiempo nos tome. La trágica realidad es que cientos de padres fueron deportados a Centroamérica sin sus hijos, quienes permanecen aquí con familias de acogida o parientes lejanos”, ha dicho Lee Gelernt, subdirector del proyecto sobre los derechos de los inmigrantes de ACLU, a la cadena NBC.

La organización estima que dos tercios de los padres han sido ya deportados a países como Honduras, El Salvador, Guatemala y México. Del total de menores que aún no han sido reunidos con sus familias, 283 no cuentan con información alguna que pueda ayudar a los letrados a encontrar a sus familiares, considerando que al menos 60 de ellos fueron separados cuando tenían menos de cinco años de edad y recuerdan pocos detalles sobre sus lugares de origen y sus padres.

El programa contra los inmigrantes del Gobierno de Trump comenzó en junio 2017 con un programa piloto en El Paso (Texas), desde esa fecha hasta junio de 2018, al menos 2.800 niños fueron separados de sus familias. El tema ha entrado a la campaña electoral y el candidato demócrata, Joe Biden, ha manifestado este miércoles su indignación tras conocerse los detalles sobre el destino de los menores bajo el Gobierno de Trump. “Esta Administración arrancó a los bebés de los brazos de sus madres, y luego parece que esos padres en muchos casos fueron deportados sin sus hijos y no han sido encontrados. Es un ultraje, una falla moral y una mancha al carácter de nuestro país”, ha dicho Biden en un comunicado.