Una de las principales cuestiones a resolver para todas las instituciones de salud a la hora de combatir el coronavirus, es -sin lugar a dudas- el aspecto económico.

WhatsApp Image 2020-12-15 at 09.53.02

Producto de la incertidumbre por la constante corrida de precios en insumos -muchos de ellos- valuados en dólares, la pandemia mundial ha movilizado notablemente el presupuesto cotidiano de cualquier hospital.

En el Salaberry, un ejemplo de esto se viene dando con la utilización de tubos de oxígeno (O2). Como es de público conocimiento el O2 es de un uso esencial para ayudar a una persona que padece cualquier tipo de patología respiratoria. Cuando las atenciones eran normales -antes de la pandemia- en el hospital, el uso promedio de oxígeno rondaba las siete u ocho unidades semanales, pero la época de Covid-19 hizo que estos números quedarán en la historia.

De acuerdo a lo informado por el sector contable del Hospital, en una primera etapa, hubo un un incremento de más del cien por ciento en su utilización, para trepar hasta un trescientos por ciento en una segunda instancia.
Según se informó, durante febrero, marzo, abril y mayo se invirtieron 355 mil pesos ($355,771.69); mientras que en junio, julio, agosto y septiembre se gastaron 727 mil ($727,266.75). En octubre se destinaron 618 mil pesos ($618,821.71) y en noviembre 473 mil pesos ($473,061.80).

“Un tubo de oxígeno tiene un costo aproximado de $4.000; pasamos semanas críticas en las que se llegaron a consumir más de 70 unidades. Afortunadamente pusimos en marcha un plan de obras para dotar a todo el servicio de aislamiento de un sistema de oxígeno central, una demanda que el hospital venía teniendo desde hace años, teniendo en cuenta que esto también es indispensable para pacientes no relacionados al covid. Esto nos va a permitir optimizar y consecuentemente reducir el consumo”, consignó el Dr. Adrián Díaz, director del Hospital Salaberry.

Por su parte, desde el área administrativa informaron que, además del consumo hospitalario se asiste con oxígeno a unos 25 pacientes que cursan internación domiciliaria, a quienes se les facilita -en comodato- las unidades de O2; esto constituye una erogación que ronda los 200 mil pesos mensuales.