Jurado

El Jurado de Enjuiciamiento debate si destituye o no a Salem de su función.

 

El Jurado de Enjuiciamiento se reúne este martes para debatir si destituye o no al juez de Paz de Gualeguay, Sebastián Salem.  El Jurado está compuesto por el senador provincial Armando Gay (Frente Creer-Concordia); los jueces Daniel Omar Carubia, Marcela Davite y Guillermo Bonabotta; el diputado provincial Gustavo Zavallo (Frente Creer-Viale); y los representantes del Colegio de la Abogacía, Luis María Campos y Sonia Rondoni.

Salem estuvo en el banquillo del jury la semana pasada, acusado por maltrato laboral, hostigamiento y violencia de género. Lo denunció la secretaria del Juzgado de Paz de Gualeguay, Sabina Almada, y la escribiente María Carolina Almeida.

Por el Salón de Actos del Superior Tribunal de Justicia (STJ), donde se desarrolló el debate, pasaron casi 30 testigos que declararon en favor y en contra del proceso.

El jueves pasado el procurador General de la provincia Jorge García, en su alegato de cierre, pidió la destitución de Salem. Consideró que los pilares de la acusación se mantuvieron “incólumes” durante todo el debate. Sostuvo que existió violencia laboral que, por ser dos mujeres las víctimas, también es de género. “Hay abuso de poder y desvío de poder en términos de violencia laboral”, subrayó, y sintetizó su alegación en el mal desempeño como juez.

García también deslizó la posibilidad de investigar por falso testimonio a una testigo convocada por Salem. Se trata de la empleada Nerina Atún, que en el interrogatorio fiscal omitió relatar un episodio que presenció adentro del Juzgado, y que acarreó el pedido de licencias de las dos denunciantes.

La contraparte, el abogado Ladislao Uzin Olleros, refutó la acusación alrededor de dos horas. Calificó con epítetos agresivos a la denunciante Sabina Almada. Aseguró que “este caso es una bisagra y va a determinar un antes y después”. “Ustedes -interpeló al Jurado- tienen la oportunidad de deslizar un mensaje claro y contundente a los integrantes del Poder Judicial y a toda la sociedad. Un mensaje en sentido de desanimar aventuras que dañan el honor, la salud, la libertad y la posibilidad de trabajar”. Atacó también a “cierta prensa amarillista” y alarmó diciendo que “estamos en riesgo que cualquiera haga una denuncia por teléfono y por eso te califiquen de misógino”. Por eso pidió la confirmación de su defendido en el cargo.