Cumbre en Nueva York: cuál será la promesa de Massa a los inversores de Wall Street para que apuesten por Argentina
Massa llegará a la reunión en el consulado argentino en Nueva York con un discurso «pro inversión», según destacaron allegados al titular de la Cámara baja
Un rato antes del mediodía argentino, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, mantendrá una charla con 15 fondos de inversión internacionales de Wall Street, que le pondrá fin a una semana intensa que incluyó reuniones en Washington con legisladores del Partido Demócrata y funcionarios de la administración de Joe Biden.
La visita del titular de la Cámara baja se dio en medio de las negociaciones del gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la necesidad de que Estados Unidos dé el visto bueno para que el país pueda renegociar el acuerdo firmado bajo la administración de Mauricio Macri y, en simultáneo, logre aplazar el vencimiento de u$s2.400 millones con el Club de París.
De no mediar un acuerdo, la Argentina debería pagar ese monto antes de que termine julio (en menos de 40 días). O caer (nuevamente) en default con el Club de París.
Con quiénes se reunirá Massa
En la lista de fondos que se verán hoy con Massa figuran algunos «viejos» conocidos de la Argentina: Gramercy, AllianceBernstein, Elliot, Fintech, Contrarian Capital y Metlife.
Algunos de estos inversores participaron del último canje de la deuda. Aceptaron el recorte propuesto por el ministro de Economía, Martín Guzmán, con la expectativa de que, a partir de ese momento, los nuevos bonos lograrían una recuperación.
Sin embargo, esos papeles cayeron de precio -a niveles de default– y no logran recuperarse. Justamente, las dudas de los financistas sobre la verdadera vocación de la Casa Rosada sobre la relación con el Fondo Monetario puso intrigas al rumbo económico.
Durante la estadía del titular de Diputados en Washington, el Departamento del Tesoro sacó un comunicado de respaldo a las negociaciones de la Argentina con el FMI. Los financistas de Wall Street querrán tener algún detalle adicional en la charla de esta mañana.
De estas cuestiones habló Massa durante esta última semana cuando se juntó con líderes del partido gobernante en el Capitolio. Y anoche lo hizo también en un cara a cara que mantuvo con Bill Clinton.
La agenda incluyó al diputado Gregory Meeks, titular del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara baja. Un hombre clave por su relación de extrema confianza con Biden. Considerado, además, como «la voz de América Latina en el Capitolio».
Massa llegará a la reunión en el consulado argentino en Nueva York con un discurso «pro inversiòn», dijeron a iProfesional fuentes cercanas al titular de Diputados.
Dirá que la Argentina retomará un fuerte nivel de recuperación de la actividad económica a partir de que se está vacunando a un ritmo cercano a las 300.000 personas todos los días.
También que el Gobierno tiene intención de cumplir con las deudas con los organismos. Aunque hará hincapié en que la salida de esa negociación es política. Este es el mensaje que Massa dejó en cada una de las conversaciones que mantuvo durante esta semana en las altas esferas políticas de Washington.
El mensaje de Massa fue contundente en cada una de esas cumbres: Argentina quiere y va camino a un acuerdo con el FMI (que a su vez evite un default con el Club de París), pero que la negociación no es una más de las tantas que llevó a cabo la Argentina en su historia: esta vez se da en un contexto muy especial -la pandemia-, y con un préstamo -el más grande de la historia del organismo- que el Gobierno heredó por responsabilidad de la administración anterior pero también del propio Fondo Monetario, que no cumplió con su propio reglamento a la hora de otorgarlo.
Esa postura quedó patente durante la semana que pasó en la capital estadounidense. El jefe del Frente Renovador coincide con el ministro de Economía en cuanto a acelerar los tiempos. Aunque abona la idea de Cristina de una negociación a fondo que le asegure aire financiero a la Argentina para los próximos años. Algo que no luce tan claro si, al final, el acuerdo es a 10 años con las actuales tasas de interés.