Familia Gill: prevén otra excavación del Equipo Argentino de Antropología Forense
La familia Gill vivía en la estancia La Candelaria, en Crucecita Séptima, departamento Nogoyá. El 13 de enero de 2002 se vio por última vez a Rubén ‘Mencho’ Gill, quien tenía 56 años, el jefe de la familia; a su mujer Norma Margarita Gallego, de 26 años y a sus hijos María Ofelia de 12, Osvaldo José de 9, Sofía Margarita de 6 y Carlos Daniel de 3. Lo último que se supo fue que habían emprendido un viaje corto –de unos 30 kilómetros- hasta la ciudad de Viale, donde estuvieron en un velorio.
Desde entonces, el expediente judicial ha estado rodeado por preguntas. En una primera instancia, la lupa judicial se posó sobre Alfonso Francisco Goette, propietario del campo donde vivía la familia Gill. Sin embargo, cualquier información que pudo haber tenido se perdió la noche del jueves 16 de junio de 2016, cuando el hombre murió en un siniestro vial.
A 20 años de la desaparición de la familia Gill, su búsqueda ha requerido de los servicios del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), organización fundada en 1984 y de reconocimiento nacional e internacional.
Sus investigaciones han sido clave en la búsqueda y recuperación de los cuerpos de desaparecidos durante la última dictadura cívico militar del país y también en la identificación de soldados desconocidos enterrados como NN en el cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas, que yacían allí bajo una lápida que decía “Soldado argentino sólo conocido por Dios”; entre otros trabajos internacionales, entre los años 1995 y 1997, el EAAF viajó a Bolivia para la búsqueda, el hallazgo y la identificación de los restos de Ernesto ‘Che’ Guevara.
En diálogo con Entre Ríos Ahora, el juez Acosta comentó: “Con el EAAF veremos cuándo podemos concretar una nueva excavación. Primero pensábamos pasar el georadar por una zona de un campo, pero el antropólogo Juan Nóbile, del EAAF, me dijo que si no es tan grande el lugar podemos hacer directamente una pequeña excavación”.
Consultado sobre el nuevo lugar en el que se buscarán restos óseos, precisó: “Un testigo nos señaló un lugar donde vio a ‘Mencho’ Gill y a Goette haciendo unos pozos. Le pareció extraño que estén en esa zona lindera a su campo. Con este testigo fuimos al lugar hace unos tres meses y nos indicó el punto”.
Finalmente, el magistrado detalló que el nuevo lugar a excavar se encuentra muy alejado de las zonas que se excavaron en desde el 2018. “Hay que cruzar un camino de tierra y, desde el casco de la estancia, hay un par de kilómetros. Es bastante lejos. Como siempre, Vialidad nos presta las máquinas para hacer el trabajo. Lo único que falta es encontrar un hueco en la agenda del Equipo Argentino de Antropología Forense para hacer la excavación”.
Cabe recordar que el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de $1,5 millón de pesos por datos que puedan dar con el paradero de cada uno de los integrantes de la familia desaparecida, que son 6, lo que totaliza $9 millones por todo el grupo familiar.
En paralelo, María Delia Gallego, madre de Margarita y abuela de los chicos desaparecidos, quiere viajar a Rosario, a hablar con el padre Ignacio Peries, de la parroquia Natividad del Señor, un sacerdote que tiene amplia fama de sanador pero que también suele ser demandado para desentrañar misterios varios.
En este caso, podría correr el velo de la duda y contar si efectivamente es real el dato que aportó un testigo. “La causa avanza, pero va todo lento. Ahora, queremos ir a Rosario para ver al padre Ignacio para preguntarle sobre ese dato que dio una persona que vio a Goette tapar un pozo en el campo. Queremos confirmar eso o que nos diga dónde buscar”, dijo días atrás María Delia.