En un contexto donde se agravan la crisis económica, la pobreza, la falta de trabajo y la marginalidad, también crece el narcotráfico que recala en los barrios más vulnerables. Esto hace que muchos chicos que tienen escasas posibilidades de pensar un proyecto de vida e imaginar un futuro, caigan en el flagelo del consumo de drogas.

Pero también en este escenario aparecen quienes están dispuestos a hacerle frente al problema. Un informe especial del programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral), muestra testimonios de este drama que nos atraviesa, y de la lucha y la esperanza por salir adelante.

En calle Caputo 1158 de Paraná, bajo la dirección de Jorge Achor, funciona Casa Lázaro, una comunidad dedicada a acompañar el proceso de recuperación de jóvenes y adultos varones de las adicciones. Es una iniciativa del Arzobispado de Paraná para dar espacio y contención a jóvenes en situación de calle y con problemas de adicciones que, en general, van a pedir auxilio a las parroquias.

Los jóvenes ingresan voluntariamente a la casa donde encuentran contención, reeducación en varios órdenes de su vida, desde las actividades cotidianas de la casa y tareas domésticas, hasta el aprendizaje en talleres. Actualmente, con esfuerzo sostienen el taller de panadería cuyos productos se venden allí y también una huerta orgánica para consumo interno y cuidado de animales de granja.

Cuentan con un grupo de profesionales que incluye psicólogos, psiquiatras, médico clínico y también la parte espiritual con un sacerdote.

 

 

Promesas incumplidas

En junio de 2015 se firmó el llamado a licitación para la construcción del Centro de Prevencion de Adicciones que estaría ubicado en calle Caputo casi Newbery de Paraná.

Dos años después, en junio de 207 la obra tenía un avance del 35% y la visitó el entonces director nacional de Salud Mental y Adicciones, André Blake, junto a funcionarios provinciales.

Se informó oficialmente en ese momento que la obra “es llevada adelante por el gobierno provincial con recursos propios. Se trata de un efector único en Entre Ríos y la región y prevé una inversión superior a los 69 millones de pesos”.

La obra estaba proyectada en una sola planta con espacios modulares definidos, construyéndose un área de servicio ambulatorio con consultorios externos para psiquiatría, psicología, clínica médica, nutrición y servicio de guardia. Contará además con un área de internación destinada a pacientes que puedan sufrir una descompensación, sector que se ubicará próximo a la guardia por los cuidados intensivos que pueda necesitar.

Constaba además de salas de recuperación, enfermería y apoyo. Contempla también un área de internación Residencial, con una capacidad de 24 camas (diferenciando hombres de mujeres). A ello se deben sumar áreas comunes, como enfermería, comedores, cocinas y servicios de apoyo.

Como un tercer pilar se construiría un centro de día que brindará tratamiento individual y grupal destinado a residentes como a pacientes con permanencia en el predio. Se incorporaron espacios para talleres laborales, un área recreativa externa y un Salón de Usos Múltiples destinado a charlas, gimnasia, talleres artísticos y musicales.

Finalmente en noviembre de 2021 el gobernador Gustavo Bordet inauguró la obra que se trasformó en un Centro de Salud Integral Comunitario, para atender el Primer Nivel de Atención, orientados a la realización de acciones de protección y promoción de la salud, prevención y asistencia, especialmente temas de salud mental. La promesa de un lugar para atender en serio a jóvenes con problemas de adicciones, quedó en el camino.

Analisis.com