Dio clases con bebé de alumna en brazos: “Era la primera vez que alzaba un bebé”
Dice que lo que se debe destacar no es que haya sostenido un bebé de una alumna, sino que los dos papás, estudiantes en la Agrotécnica de El Quebracho, hayan sostenido su trayectoria escolar aún después de haber tenido a Romeo.
El docente, de 28 años de edad y nacido en Hasenkamp, llegó al aula el jueves 3 de noviembre y abrió la clase a las siete y media de la mañana. Estaban sus diez alumnos y alguien más: Romeo, un bebé de un mes y medio, hijo de Camila y de Tomas, 19 años, ambos estudiantes del establecimiento, situado en el acceso a Santa Elena -a 150 kilómetros de Paraná, en el departamento La Paz- y entonces el profesor Miguel Santa María hizo lo que nunca había hecho: lo tomó en sus brazos y siguió con lo que había empezado.
“Dele profesor, ayúdela con el bebé”, le propuso una alumna. Santa María no sabía cómo. “Nunca tuve un bebé tan chico en brazos”, explicó tras la difusión de la foto.
Camila, la mamá alumna, le explicó cómo. Entonces, abrió su netbook, empezó con la clase, y con un brazo arropó a Romeo y lo apoyó en un hombro. Así dio la clase.
“Les estaba dando una actividad que teníamos pendiente y los alumnos tenían que copiar mientras yo dictaba. Teníamos que cerrar un tema. Prendo la computadora, y veo a esta estudiante con su bebé, y advierto que se les estaba complicando poder escribir mientras sostenía a su hijo. Lo tenía a upa. Entonces fue cuando alguien en la clase propuso que sea el profesor quien sostenga al bebé en brazos mientras la mamá podía seguir escribiendo”, relató el docente.
Y enseguida admitió: “No sabía cómo sostenerlo. La primera vez en mi vida que alzaba un bebé tan chico. Me enseñaron a sostenerlo”.
El profesor Miguel Santa María se graduó en una escuela agrotécnica: en Alas Argentinas, ubicada sobre la ruta 18, entre Viale y Villaguay. Dice que lo que se debe destacar no es que haya sostenido un bebé de una alumna, sino que los dos papás, estudiantes en la Agrotécnica de El Quebracho, hayan sostenido su trayectoria escolar aún después de haber tenido a Romeo.
“Lo que hay que resaltar es que esa alumna en ningún momento perdió la presencialidad. Tenía el beneficio de tomar una licencia cuando fue mamá, pero no la usó. Siguió viniendo a clase, y todos los profesores la alentamos y la apoyamos. Los dos papás son estudiantes y están completando su trayectoria. Y la escuela los acompaña”,