Tras la renuncia de CFK a su candidatura, Massa se enfoca en la gestión y reconoce que cambió el escenario
El titular del Palacio de Hacienda quiere mostrar resultados en materia económica antes de tomar una decisión política, pero las declaraciones de la Vicepresidenta podrían acelerar los tiempos de definición.
La carrera de Sergio Massa para llegar al sillón de Rivadavia podría acelerarse tras la renuncia de Cristina Kirchner a presentarse como candidata en 2023. El titular del Palacio de Hacienda es una de las figuras presidenciables más fuertes del Frente de Todos, aunque prefiere mostrarse alejado de las cuestiones partidarias y enfocarse en la gestión.
En público dijo reiteradas veces que su familia le pidió que no se presente en las próximas elecciones, pero se prepara hace años para calzarse la banda presidencial y manejar el destino de la Argentina.
En las recurrentes crisis internas de la coalición gobernante, el tigrense se convirtió en una especie de puente de diálogo o mediador entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández, y su rol fue cobrando cada vez mayor relevancia, basado fundamentalmente en la fuerte alianza que selló con el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
En el complejo escenario que se abrió para el Frente de Todos tras la decisión de Cristina Kirchner, Massa volvió al centro de la escena y las especulaciones sobre su candidatura otra vez cobraron fuerza.
Cuando en 2021 Cristina Kirchner habló de los “funcionarios que no funcionan”, los cambios en el equipo de Alberto Fernández se volvieron una certeza y el nombre de Sergio Massa sonó fuerte para ocupar una especie de “superministerio”, desde la Jefatura de Gabinete. Negociaciones mediante, con perfil más bajo, Juan Manzur reemplazó a Santiago Cafiero.
Volvió a barajarse esa posibilidad a mediados de este año, cuando la crisis interna alcanzó su punto máximo y Martín Guzmán pegó el portazo. Pese a que se cansó de negar una y otra vez su arribo al gabinete, menos de un mes después, el tigrense se instaló en el Palacio de Hacienda, absorbiendo otros ministerios bajo su órbita.
Algo similar vuelve a repetirse ahora, en momentos en que Massa busca mostrar resultados económicos en ese fino equilibrio entre garantizar el cumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mantener la paz social, bajar la inflación y la necesidad de demostrar capacidad de gestión.
Massa se puso como plazo el mes de marzo para mostrar concretos y sostenidos resultados en cuanto a la baja inflacionaria. En ese mismo momento se conocerán los fundamentos de la sentencia judicial que pesa sobre Cristina Kirchner.
Sin embargo, la danza de nombres presidenciables ya comenzó y, aunque muchos en voz baja se anotan, todos quieren esperar a que se aclare un poco más el panorama para subirse a la carrera. Está claro que nadie quiere cargar con el peso de una derrota. Hasta Alberto Fernández negó que esté pensando en la reelección que pide el cada vez más reducido albertismo.
El tigrense insiste una vez más en que solamente está enfocado en la gestión y que no piensa en cuestiones partidarias, pero a la vez refuerza su rol como pata fundamental en el tridente del Frente de Todos.
Sin Cristina Kirchner, se aleja la posibilidad de una fórmula que intente conformar a todos y en algunos sectores se entusiasman con la idea de que esta vez sí las PASO sirvan para dirimir los candidatos.
En el kirchnerismo duro advierten que es muy pronto para ver el verdadero alcance de la decisión de la Vicepresidenta. Por el momento, aseguran que buscarán cumplir con el mandato de salir a militar el territorio. pero guardan la ilusión de que un operativo clamor la haga cambiar de opinión.