Los hospitales de niños están al límite por un pico de patologías respiratorias
El Vilela tiene todas las camas ocupadas y en el Zona Norte habilitaron consultorios para derivar pacientes que necesitan oxígeno
Un pico contagios de una variedad de virus respiratorios provocó una alta demanda en los hospitales de niños de Rosario. En el caso del Víctor J. Vilela la cantidad de camas disponibles está al límite, mientras que en el Zona Norte destinaron un sector de consultorios para derivar allí a los pacientes que requieren oxígeno. Se trata de patologías estacionales que aún no comenzó el invierno y cuyos efectos deberán afrontar un marco aún más preocupante: faltan médicos de guardia pediátricos, un déficit extensivo a todo el país.
Oscilaciones en el termómetro, lluvias, humedad, calor y descenso de la temperatura. Todo contribuyó para que se diera un nuevo pico en la atención de enfermedades respiratorias, especialmente en los más chiquitos y con fuerte compromiso en los lactantes.
«Este año se adelantó un poco el pico estacional», admitió la directora del Hospital Vilela, Viviana Esquivel. Entre los diagnósticos más recurrentes figuran los rinovirus, adenovirus e insuficiencias respiratorias. La influenza aún no está circulando. Los principales afectados son los menores de un año de edad.
«Los centros de salud están trabajando y conteniendo la demanda espontánea, al igual que los hospitales. Sumamos camas, ingresaron enfermeros y reforzamos horas de médicos, con un trabajo en red para seguir garantizando el acceso a la atención», enfatizó Esquivel.
Un dato que ilustra la situación lo arroja el nivel de ocupación de las 100 camas de ese hospital. «Estamos con el cien por ciento de ocupación, en un proceso que es dinámico con el porcentaje de giro por cama y con la derivación a través del Sies a otros hospitales. Hoy tenemos la capacidad instalada del Vilela con todas las camas ocupadas», subrayó la profesional. En otros centros de salud también se percibe una altísima demanda.
El 80 por ciento de los casos que se atienden en las guardias son debidos a cuadros respiratorios. El resto lo completan traumatismos, cirugías, pacientes complejos y derivaciones con internación domiciliaria. «Esperemos que sea un pico y se estabilice y quede en una meseta, estamos coordinando con el resto de los efectores», detalló Esquivel.
Otro de los elementos que ilustra la suba de casos son las derivaciones de pacientes que requieren cuidados críticos desde las neonatologías, que están en red.
Situación idéntica
En el Hospital de Niños Zona Norte se da una situación idéntica. Así lo expresa su titular, Mónica Jurado. «Hace ya 10 a 12 días que venimos con un aumento de la consulta por cuadros de infección respiratoria aguda (IRA), del tipo bronquiolitis, y cuadros obstructivos bronquiales», destacó.
Los fines de semana (en los que no funcionan los centros de salud barriales) se percibe mayor saturación de las guardias. Allí se atiende el 80 por ciento de los casos por el llamado código verde; es decir, cuadros respiratorios que no requieren internación.
«Se estresa aún más el sistema, mientras que de lunes a viernes los centros de salud trabajan en el territorio y se buscan estrategias para cubrir estas patologías. Se trabaja a demanda y sin turnos dados para intentar evitar que los pacientes lleguen al tercer nivel de atención», dijo Jurado y aportó un dato sorprendente: el pasado fin de semana se atendieron por día 350 pacientes, un número muy por encima de lo habitual.
Los niños más pequeños que hacen un cuadro de bronquiolitis requieren varias horas de asistencia con oxígeno en una internación transitoria, y por eso se requiere de una cama hospitalaria. El trabajo articulado tiende a descomprimir los casos no tan críticos con postas de aerosoles, y se ajusta el criterio de derivación a hospitales.
Los denominados pacientes «bronquiolíticos» requieren más ciudados con oxígeno. El trabajo se hace en conjunto entre el Vilela y el Zona Norte, ya que ambos hospitales cuentan con terapias. Pero los no tan críticos necesitan al menos de 24 horas de tubo de oxígeno, y por ende las camas se ocupan al máximo.
El Zona Norte cuenta con 40 camas de terapia intermedia y otras 24 de refuerzo en las guardias. Y se apeló al espacio de los consultorios a raíz de los picos de casos que necesitan asistencia respiratoria.
Pero además de la coyuntura de las enfermedades estacionales sobrevuela otro problema más estructural. «Estamos en crisis con los médicos de guardia, no hay pediatras, hacemos agua por todos lados, en medio de un problema generalizado en todo el país. Nos vemos desbordados en el recurso humano, requerimos de una dotación que no tenemos y no damos abasto. Y médicos de guardia no hay, tanto en lo público como en lo privado. Como resultado de esto, se estresa aún más el sistema, que tiene que abordar un pico con alta circulación de casos en chiquitos que muchas veces padecen condiciones sociales precarias y tienen más probabilidades de contagiarse», desarrolló Jurado.
Estas enfermedades se comportan con altas y bajas de contagios a lo largo del tiempo, en épocas donde estos virus tienen mucha circulación en la sociedad, en un clima cambiante.