La banda fue desbaratada tras 25 allanamientos en la ciudad de Córdoba y en las cárceles de Bouwer y Cruz del Eje: el trío de cabecillas ya estaba tras las rejas

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Once personas fueron detenidas en las últimas horas en una serie de allanamientos en la provincia de Córdoba: los acusan de integrar una organización de delincuentes que se hacían pasar, mediante perfiles en redes sociales y sitios web, por operarios de Aerolíneas Argentinas y buscaban de ese modo obtener datos personales de los clientes para estafarlos.

La banda era más todavía más amplia, ya que a los detenidos se les suman tres presos que eran quienes los dirigían, según pudo saber Infobae.

“Los fraudes eran los típicos de la pandemia: contactaban a las víctimas que tenían alguna necesidad de hablar con la empresa y los engañaban. Así les terminaban sacando los datos de la tarjeta o bien los datos de home banking”, detalló a este medio una fuente de la investigación que lleva adelante la Fiscalía de Cibercrimen, a cargo de Franco Pilnik.

La maniobra fue descubierta por esa unidad fiscal, que requirió 25 registros y allanamientos simultáneos. Los operativos tuvieron lugar en varios barrios de la ciudad capital y también en las cárceles de Bouwer y Cruz del Eje, donde están alojados los cabecillas. En los procedimientos participaron agentes del Departamento de Delitos Económicos, Antisecuestros, Sustracción de Automotores y Homicidios de la Policía de Córdoba.

En los operativos quedaron detenidas las 11 personas involucradas, quienes fueron acusadas de los delitos de asociación ilícita y estafas reiteradas. Serán indagados en las próximas horas.

La cárcel de Bouwer, uno de los penales allanadosLa cárcel de Bouwer, uno de los penales allanados

Hace dos años, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) ya había advertido sobre esta modalidad de estafas cometidas mediante redes sociales y WhatsApp, en la que las víctimas eran viajeros urgidos de solucionar reprogramaciones y cancelaciones de pasajes aéreos emitidos por Aerolíneas Argentinas, en el marco de una época con varias restricciones a los vuelos, especialmente internacionales, a causa de la pandemia de coronavirus.

Aprovechando esa circunstancia, los delincuentes estaban atentos a las publicaciones en los perfiles de Instagram y Facebook de la aerolínea de bandera y a las potenciales víctimas, que exponían sus problemas con pasajes. Después se hacían pasar por empleados de la empresa aérea y les indicaban que, para solucionar sus inconvenientes, se contactaran con un número telefónico alternativo. Por supuesto, esos canales de comunicación no eran oficiales.

¿Qué pasaba luego? En la conversación, bajo la excusa de ayudar en el cambio del pasaje o su cancelación, los estafadores conseguían las credenciales del banco o los datos de la tarjeta de crédito de los pasajeros y así realizaban distintas operaciones virtuales.

Frente a esos casos, cuando el engaño ya está consumado, la UFECI aconsejó hacer la denuncia inmediatamente, tanto en el banco y/o tarjeta como en la comisaría más cercana. En ese sentido, se sugiere guardar capturas de pantalla de las publicaciones y conversaciones, y no borrar la información almacenada en los dispositivos utilizados, algo clave para una futura investigación penal.

En tanto, ante la necesidad de reprogramar o cancelar un pasaje, la recomendación es recurrir a los canales oficiales de contacto de la aerolínea, que están detallados en su sitio web.

La compañía también advirtió la situación en su momento, recordó el número de teléfono y sus cuentas reales en redes, y subrayó la importancia de no brindar información personal en los posteos. Además, aclaró que “Aerolíneas Argentinas no solicita ni solicitará los datos de claves, números de tarjetas de crédito o de coordenadas, número de cuenta bancaria CBU o alias, a través de correos electrónicos, mensajes de texto o WhatsApp, teléfono o redes sociales”. Por esta razón, el pasajero que reciba una petición de estas características debe desestimarla.

La empresa estatal también aclaró que las estafas no están vinculadas a la compra-venta de boletos aéreos, ya que los delincuentes no tienen acceso al sistema de reservas.