Periodistas analizaron las potencialidades y los riesgos de la inteligencia artificial para la democracia
Inteligencia artificial, comunicación y democracia fueron ejes de un debate en el Día de las y los periodistas. Se compartieron experiencias sobre el uso de la inteligencia artificial en el periodismo, sus ventajas y y su impacto en la calidad de la comunicación.
Durante la apertura, el director de Comunicación Periodística de la provincia, Nicolás Rigaudi, señaló la importancia de la instancia de encuentro y debate “no solo para hablar de inteligencia artificial, que es algo que nos interpela, sino también para propiciar un periodismo de calidad; no sólo por la defensa del trabajo periodístico, sino también por lo que hace a la comunicación como un derecho. Para nosotros es fundamental construir una perspectiva de derecho en la comunicación, teniendo como objetivo una comunicación más inclusiva, humana y justa”.
En ese marco, la decana de la FCEdu, Aixa Boeykens, saludó “el trabajo articulado con otros organismos y organizaciones, para reunirnos y pensar en conjunto”. A su turno, la directora de Radio Nacional Paraná, Silvina Ríos, comentó que con un “un grupo de mujeres periodistas con las que siempre debatimos, creemos que aún hace falta capacitación en perspectiva de género entre quienes trabajamos en la comunicación”.
La experiencia de Visión Latina
El primero en hacer uso de la palabra, de forma virtual, fue Nico Russo, jefe de Producto Digital de Canal 9 de Buenos Aires. El productor audiovisual contó la experiencia que realizaron con su equipo aplicando la inteligencia artificial en el archivo de imágenes del canal.
Russo comentó las dificultades que se les presentaron cuando utilizaron plataformas realizadas en otros países, ya que no reconocían a las personalidades de países latinoamericanos como presidentes y presidentas. Fue así como construyeron el proyecto llamado Visión Latina, donde convinieron con una de las empresas entrenar el algoritmo con medios locales para que logre reconocer personalidades latinoamericanas.
El productor audiovisual contó además las rispideces que surgieron con lo que denominó “los guardianes” del archivo, que son quienes conocen el material resguardado. Consideró que la inteligencia artificial no suplía su trabajo, ya que hay ciertos aspectos que no puede tener en cuenta y dio como ejemplo un documental que se realizó sobre Diego Maradona, donde fue esencial el trabajo de los archivistas.
Como beneficioso, Russo señaló que a partir de ese trabajo, el material pudo hacerse más visible hacia afuera del canal, y señaló que es una herramienta importante para “la cocina” de la redacción.
La construcción de la memoria
A continuación y en relación con lo expuesto por Russo, la periodista de los medios santafesinos Periódicas y Pausa, y locutora en Radio Nacional Santa Fe, Belén Degrossi, instó a poner en valor que las y los periodistas “de alguna manera, estamos sentando un archivo del presente”, y convocó a “repensar como recuperamos esas memorias”. “Nos han hecho creer que lo mejor está por venir”, expresó.
En referencia a la inteligencia artificial la periodista consideró que es parte de la “caja de herramientas que nos facilita la tecnología. Comienza a representar una amenaza para muchos y muchas porque nuestro trabajo está mecanizado, porque respondemos frente a cierto algoritmo autoimpuesto o también por las lógicas de producción que se dan dentro de los medios de comunicación. Cada vez se nos exige más, cada vez se nos paga menos, cada vez hay menos espacio para la creatividad”, subrayó.
Por otra parte, Degrossi indicó que la perspectiva de género vino “a disputar el criterio de relevancia”. En referencia a la mirada de los feminismos en la comunicación sostuvo que “no es que queremos hablar más, cuestionamos qué es relevante y qué no, qué es y qué no es noticioso, incluso hacia el interior de los relatos”. En ese sentido aseguró que, por ejemplo, brindar detalles sobre los femicidios “construye el morbo, atrae, a la gente le gusta leerlo. Pero ahí es donde tenemos que plantearnos impulsar una comunicación más humana. En este contexto, donde estamos hablando de lo artificial, creo que cobra relevancia”.
Advirtió además que en los procesos productivos de la inteligencia artificial hay personas y que según datos de la Unión Europea sobre las principales empresas del rubro, 87 por ciento son hombres y solo 13 por ciento mujeres. Para la locutora este aspecto vuelve “vidrioso” el criterio de relevancia de estas plataformas, ya que estima que además deben ser hombres que responden a los estereotipos de una masculinidad hegemónica. Por eso, destacó que “en una reconstrucción del archivo ya construido, que está hecho desde una perspectiva masculina hegemónica, hay que buscarle la vuelta para plasmarlos en lo digital, porque eso es lo que nutre a las inteligencias artificiales. Es en definitiva darle un plus, una perspectiva humana”.
Expresó que este contexto “nos compromete ha pensar que estamos haciendo con una profesión. Que nos preocupe que nos reemplacen con una máquina es porque tal vez quedamos muy atrás en los debates que el resto de las y los trabajadores si se están dando. Que a 40 años del retorno de la democracia no estemos pensando cómo hacer del periodismo un mejor oficio, sino que estemos a la defensiva, de que hacer frente al embate del sistema, de las reducciones de personal, a los discursos de derecha, a las fake news, no deja de parecerme triste, pero a su vez me compromete mucho más”, concluyó Degrossi.
Desinformación sintética
Finalmente, Sebastian Novomisky, director de Capacitación y Promoción de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, doctor en Comunicación, docente e investigador en Comunicación, Tecnologías y Educación, hizo su aporte al debate de forma virtual.
Novomisky comenzó hablando de lo que llamó la “desinformación sintética”, considerando que la inteligencia artificial “se alimenta de información falsa que parece real pero no lo es. Creemos que es necesario entonces construir una conciencia pública para advertir sobre esto, ya que también impacta en la alfabetización periodística digital”.
“Usamos la inteligencia artificial todo el tiempo, solo que ahora somos más conscientes porque estamos debatiendo el tema”, subrayó el investigador. Citó además la Declaración de Montevideo sobre Inteligencia Artificial, donde se advierte sobre las pérdidas de puestos de trabajo o el reemplazo de tareas que antes realizaban las y los trabajadores, considerando que esto representa además una amenaza para la democracia.
Por otra parte, Novomisky habló de los medios sintéticos, ya que “la creación pasa de lo real a lo digital” y se refirió a tareas como escribir un texto, sacar una fotografía o grabar audios que, cuando hay una persona realizándolas establece un criterio para hacer un recorte sobre lo real. En el caso de la inteligencia artificial, ese criterio está basado en la información digital disponible, lo cual produce en algunas oportunidades lo que llamó «alucinaciones de los modelos de lenguaje generativo de la inteligencia artificial”. Se trata de respuestas verosímiles pero que no siempre son verdad». El investigador consideró que en este contexto «es clave recuperar la educación en comunicación con una perspectiva de derechos humanos».
Durante la actividad, Boeykens manifestó además la adhesión a una radio abierta de la Red de Periodistas y Comunicadoras de Corrientes, que se desarrollaba en ese mismo momento, para pedir justicia por Griselda Blanco, la periodista cuyo asesinato aún no fue esclarecido.
La actividad contó, además, con la adhesión de Radio y Televisión Argentina (RTA), y la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual.