Advierten que los datos del INDEC sobre pobreza «quedaron viejos»
Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, aseguró que en este segundo semestre hay un aumento mayor de la pobreza como consecuencia de la devaluación y su impacto en los precios.
Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) consideró que la pobreza en el país alcanza hoy al 43% de la población, por encima de los datos que divulgó el Gobierno, que a su criterio «quedaron viejos».
El especialista evaluó que «más allá de las medidas compensatorias que dio el Gobierno, enfrentamos un aumento mayor de la pobreza como consecuencia de la devaluación y su impacto en los precios».
«Las carencias en materia de salud, educación y seguridad hacen que tener una vida digna en la Argentina sea muy difícil y haya que contar con muchos recursos económicos para acceder a bienes y servicios que implican progreso para una sociedad», enfatizó Salvia.
Según informó el INDEC, la pobreza en la Argentina subió al 40,1% y la indigencia al 9,3% de la población en el primer semestre del año, mientras que el 56,2% de los chicos son pobres. Así, la pobreza afectó a 18,4 millones de personas y la indigencia a 4,3 millones durante los primeros seis meses de 2023. Por caso, la indigencia aumentó en todas las regiones relevadas por el INDEC, que verificó, además, que el ingreso promedio de los hogares pobres es de $124.071.
Para Salvia, los números del primer semestre «esconden varias realidades: una de ellas es que está quedando viejo, ya que durante el segundo trimestre de el primer semestre del año daba 41% y la indigencia 10%. Y si nos acercamos al tercer trimestre, los valores están en torno al 43%».
En declaraciones al programa «Esta mañana» de radio Rivadavia, el investigador explicó que la pobreza, en la Argentina, «está conformada por dos componentes sociales muy distintos: hay un 25% o 30% que es pobreza crónica, son familias que no han conocido el bienestar desde hace una, dos o tres generaciones».
«Y otro componente es la clase media que cayó en la pobreza en los últimos 12 años, que cada vez más se va convirtiendo en pobres estructurales», añadió.
A su entender, el país «viene teniendo una dinámica de crecimiento de la pobreza en un contexto que tiene que ver con la aceleración de la inflación». Además, dijo que «no se ha generado a través de la producción que ese 30% de pobreza estructural pueda vivir de su trabajo teniendo un ingreso digno, como posibilidades de ahorrar y progresar».
«Hoy, más del 45% de los hogares recibe asistencia pública, algo que compensa lo que no se puede lograr en el mercado laboral. Es que el deterioro del mercado del trabajo es muy estructural. Y hay una economía informal muy arraigada que mantiene a la población en una situación de pobreza crónica», concluyó.