Argentina volvió a caer en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) que cada año difunde la organización Transparency Internacional. Con 37 puntos sobre un máximo de 100, el país quesó en el puesto 98 de 180, en medio de un contexto negativo a nivel mundial.

Como se sabe, el flagelo de la corrupción política y empresarial no afecta sólo a la Argentina sino que tiene sus efectos en países de todo el mundo. Es por eso que cada año se elabora el índice a partir de datos recabados por los capítulos locales de la organización. En el caso de Argentina es Poder Ciudadano.

De acuerdo al último informe disponible, publicado en las últimas horas, a nivel global se vive un retroceso ya que, como la Argentina, la mayoría de los países oscilaron entre mínimos avances y nulos. La vara es la toma de medidas o decisiones que representen un instrumento para el combate contra la corrupción en el sector público, publicó Perfil.

En el caso de Argentina, el índice de 37 puntos obtenidos en el último año implica el descenso de un punto con respecto a 2022 y el retroceso de cuatro puestos en el ranking, cayendo de la ubicación 94 a la 98. Argentina se encuentra por debajo de países como Maldivas, Marruecos y Albania, y por encima de Bielorrusia, Etiopía Gabia, Zambia, Alferia y Brasil.

«Argentina está estancada»

El índice es elaborado a partir de la percepción de corrupción en el sector público recopilada por distintos organismos internacionales, especialistas y empresarios. Durante los gobiernos peronistas de Cristina Kirchner y de Alberto Fernández el índice se mantuvo con niveles negativos.

Para Transparency Internacional la mejora se vio tras la asunción de Mauricio Macri en la presidencia en el 2015, cuando Argentina empezó a escalar y logró en 2019 el puesto 66 sobre 180, que fue el mejor desempeño hasta el momento.

«Argentina se encuentra estancada desde hace mucho en la lucha contra la corrupción. No se han realizado esfuerzos significativos en esta materia en los últimos años. Los vaivenes de las intervenciones de los organismos de control de la corrupción y la injerencia de la política en el poder judicial hacen que la lucha contra la corrupción avance muy lentamente en nuestro país», sostuvo Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano.

La crítica a Milei

Más allá de que la organización se aboca a mirar lo que ocurrió durante el último año, entre los comentarios del directivo también hubo un señalamiento para la nueva gestión de gobierno.

Si bien Javier Milei asumió el pasado 10 de diciembre, Secchi señaló que sus primeras medidas carecen de un enfoque vinculado a la lucha contra la corrupción.

Dijo que «las primeras propuestas enviadas al Congreso de la Nación por el recientemente asumido Presidente carecen casi en su totalidad de un abordaje integral y sistemático en materia de integridad y lucha contra la corrupción; un tema que, sin embargo, está entre las prioridades de la ciudadanía».

El indicador anterior

El año pasado, Argentina había mantenido el mismo resultado en materia de transparencia entre 2021 y 2022.

Según la organización, el índice publicado en ese entonces reveló que «la mayoría de los países no logran detener la corrupción». Eso quedó graficado por medio de un listado en el cual se clasifican 180 países según sus niveles percibidos de corrupción pública en una puntuación escalada entre 0 (muy corrupto) y 100 (muy limpio), según consta en el sitio web de Transparency.

En dicho listado, Argentina se ubicó en el puesto 38, con el mismo resultado que tuvo el año pasado. El país está encabezó un grupo de países entre los que están Brasil, Etiopía, Marruecos y Tanzania, que tienen la misma puntuación. Por encima, con 39 puntos estaban  Moldavia, Colombia y Bielorrusia.