El papa Francisco criticó las políticas de ajuste a la educación: «Es criminal»
El Sumo Pontífice alertó a los argentinos y, en especial, a los jóvenes sobre este tipo de plan económico. «La educación es la comida del espíritu», aseguró.
El Papa Francisco criticó este viernes a los planes de ajuste en educación. «Es un suicidio programado de un país», advirtió y llamó a los argentinos a no dejarse engañar de posturas ideológicas que pueden terminar «engendrando monstruos».
En una extensa entrevista, el Sumo Pontífice lanzó una seria advertencia sobre los planes económicos que ajustan a la educación y a la cultura. «Es un suicidio programado de un país. No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo de un país, es criminal«, advirtió.
Las advertencias no quedaron allí. En particular, alertó sobre algunas posturas ideológicas. En una entrevista para el Canal Orbe 21, Francisco envió un mensaje a los argentinos: “¡Al gran pueblo Argentino, salud! Que sigan luchando, que se defiendan de las ideologías y no se dejen engañar, que luchen por sus derechos”.
Si bien habló sobre nuestro país, no hizo ninguna mención específica sobre el presidente Javier Milei ni del «ajuste más grande de la historia», según palabras del propio mandatario. Fiel a su estilo, el Papa prefirió hablar de concepciones y cuestiones más generales.
“A veces, en los países un poco dictatoriales, ya sea con dictaduras confesadas o dictaduras encubiertas, la educación es una de las víctimas principales. O te la hacen ideológica para cambiar la cabeza, o te la van podando lentamente, en el caso liberal, ¿no?, y solamente los hijos de los ricos pueden tener un acceso educativo superior», afirmó.
Jóvenes, cristianismo e ideología
Francisco hizo una diferencia entre el cristianismo y organizaciones «más ideológicas». El cristianismo sería más bien una «vivencia», una forma de «trabajar solidariamente». En cambio, en las otras, ve a jóvenes como «pequeños monstruitos aferrados a la idea».
El papel de los jóvenes le parece importante, y le «alegra» cuando se oponen a las políticas de ajuste a la educación y a la cultura. “Se dan cuenta y se oponen, arman lío, reclaman. Porque la educación es un alimento. Es lo mismo que quitarle la comida a la gente. Es la comida del alma, de la mente, del espíritu”, valoró.
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