Tres mendocinos pescaron una carpa gigante de 32 kilos y 1,35 metros.  “Sentimos un pique muy monstruoso”, relataron.
La carpa pesó más de 30 kilos y fue devuelta al río
La carpa pesó más de 30 kilos y fue devuelta al ríoFoto: Mandy Alonso

Marcelo Contreras, Alan Geraige y Mandy Alonso pescaron el viernes pasado, en El Carrizal, en la provincia de Mendoza, un imponente ejemplar de carpa de 32 kilos y más de 1,35 metros de largo (con una circunferencia máxima de 88 centímetros).

 

Los tres amigos disfrutaban de una tranquila tarde de pesca en el embalse, a la altura de la boca del río. Una vez por semana se juntan para compartir este ritual aguas adentro.

 

«Estábamos pescando pejerreyes y de repente, a eso de las 14:30 – 15 nos pasa eso, un pique fuerte. Pero no se veía nada», repasa Marcelo, quien se emociona de solo revivir el momento. «Te lo cuento y se me encrespa la piel», confiesa.

 

«De repente sentimos un pique muy monstruoso, o tal vez pensamos que era porque teníamos un equipo liviano. Decí que éramos tres, empezamos a hacer fuerza y decidimos levantar el ancla y salir en el bote a ‘pelearla’. Así estuvimos una hora, tirando y tirando, siendo arrastrados por los yuyos y el barro y sin poder verla. Hasta que la vimos salir a la superficie. ¡No podíamos creerlo!», rememoró Marcelo.

 

«Siempre hacemos pesca deportiva, sacamos para devolver. Y más con esos ejemplares», resumió para agregar que no tiene noción de que se haya sacado otro ejemplar de ese tamaño en El Carrizal.

 

El pique de sus vidas

Tras la frenética persecución -que fue registrada con un drone que ellos mismos habían llevado-, finalmente los tres amigos sacaron a la carpa gigante. Y, tras tenerla poco menos de 5 minutos con ella para fotografiarse -siempre manteniéndola mojada-, la regresaron al embalse.

 

«No nos vamos a olvidar más de ese momento, ¡imaginate que cada escama tenía como cuatro centímetros!», agrega el pescador de Luján de Cuyo (sus dos amigos son de Ciudad de Mendoza). Y hasta se anima a definir toda la secuencia como épica.

 

«Siempre vamos a pescar pejerreyes, muy de vez en cuando sacamos carpa. Pero nunca habíamos sacado una de más de 4 o 5 kilos. A esta la tuvimos que pesar varias veces, y nos daba entre 34 y 31,5 kilos, porque estaba muy inquieta», destaca Marcelo.

«Pensar que solemos hacer 1.200 kilómetros hasta Goya para buscar surubíes y dorados de 40 kilos, ¡y teníamos una carpa de ese peso a 40 minutos de nuestras casas!, agrega, entre risas.

«Cuando la devolvimos, nos sentamos en el piso del bote y nos quedamos callados un rato. Nos miramos y dijimos: ‘Vamos a tener 80 años, nos vamos a juntar y nos vamos a seguir acordando de este día’. ¿Después de esto? No sé, quizás ya solo nos queda seguir juntándonos a comer asados», cierra Marcelo Contreras, siempre sonriente. Y agrega que la pesca es parte de sus vidas.

La carpa común puede llegar a un peso máximo cercano a los 50 kilos, aunque lo más frecuente en ámbitos naturales es encontrar ejemplares mucho menores, de hasta 15 o 20 kilos. (Con información de Los Andes)