Hay 1.257 vehículos secuestrados en los puestos camineros de Entre Ríos
En total, hay 904 autos, 191 camionetas, 121 motos, 34 camiones y colectivos, 6 semirremolques y una avioneta.
El año pasado fue récord en cantidad de vehículos secuestrados en puestos camineros de nuestra provincia. En total, fueron 429 rodados los que quedaron alojados en los lugares fijos de control vial de la policía entrerriana. En 2023 habían sido 226 y en lo que va de este año, se han secuestrado 357.
El número es muy dinámico, porque así como ingresan autos a los puestos, otros también se retiran. O cambian de lugar.
La cifra total de coches que se encuentran depositados en los predios a cielo abierto no pasa desapercibida. Actualmente, el número de vehículos secuestrados en las camineras que hay en nuestra provincia son 1257. Así lo consignó este miércoles el programa Cuestión de Fondo (CdF), que se emite por Canal 9 Litoral.
El número de 1257 está compuesto por 904 autos, 191 camionetas, 121 motos, 34 camiones y colectivos, 6 semirremolques y una avioneta. Sí, una avioneta.
Dónde están
Los más de mil vehículos secuestrados están depositados en los diferentes puestos de control de la policía entrerriana: Brazo Largo, Gualeguaychú, Bella Vista, Paso Cerrito, Puente de Hierro, Federal, San Jaime de la Frontera, Santa María, Túnel, Diamante, Victoria, Gualeguay, Nogoyá, Tala, Villaguay, Viale, Concordia, Mabragaña, Paso Telégrafo, Las Tunas y cruce de rutas 127 y 32.
Por qué se secuestran
El comisario principal Facundo Beltrame, jefe de la División Operaciones Viales, explicó a CdF que la mayoría de los vehículos secuestrados tienen que ver con causas por hurto, robo y, en una escala menor, por adulteraciones en la numeración de motor o chasis; cuestiones prendarias o civiles. Finalmente, algunos de los vehículos están allí por causas vinculadas al narcotráfico.
Para uso de instituciones
No todos los coches retenidos quedan eternamente en los puestos. Algunos son entregados a instituciones. Ello sucede cuando alguna entidad solicita un determinado vehículo a los juzgados intervinientes. A través de los juzgados o fiscalías, se canaliza la entrega a entidades de bien público o para la misma policía. “Nosotros, como institución, hemos sido beneficiados con la entrega de numerosos vehículos”, explicó Beltrame.
Solicitantes de automotores
El comisario Diego Passarello explicó a CdF cómo es la modalidad para que un vehículo sea entregado a una institución, en calidad de depositario judicial. Dicha situación se da luego de realizado el revenido químico de las numeraciones de motor y chasis, y cuando dicho procedimiento no permite conocer el número original de fábrica del vehículo.
Al darse esta situación, “existe una oportunidad concreta para poder solicitar en carácter de depositario judicial ese vehículo, ya que no se puede dar con el damnificado o el dueño original del vehículo”.
Contaminación
Beltrame aclaró que la fuerza no ha recibido quejas por contaminación o suciedad de los predios policiales. “Los depósitos de nuestra dirección se encuentran en zonas no urbanas, y alejadas de la ciudad. Son predios a cielo abierto y ocasionan quizás una contaminación visual y todo lo que trae aparejado un depósito a cielo abierto. Pero quejas de vecinos o transeúntes no hemos recibido”, explicó.
Los reclamos
El cuidado y custodia de los vehículos secuestrados en los predios, corresponde a la policía. La institución es la responsable de velar por esos rodados, más allá que dichos automotores estén a disposición de la justicia.
Ha sucedido en algunos casos (“son excepciones”, aclaran), que al ser retirado un vehículo de un puesto caminero por parte de su propietario, genere algún reclamo por su estado o aparente falta de alguna autoparte. Para evitar tal situación, cuando se reintegra el rodado a alguien que acude con acta de entrega, “se inspecciona el vehículo y se deja constancia en los libros de la dependencia, la forma en la cual se retira el vehículo. “Hay dos momentos: siempre que un vehículo se secuestra, se completa una planilla de informe técnico mecánico que se realiza al momento del secuestro y una segunda planilla que se proporciona al momento de la entrega. De ese modo, el particular tiene el derecho a reclamo en el ámbito judicial. “De esa forma, siempre existe la oportunidad de poder subsanar esta situación”, aclaró Pasarello.
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