A cuatro años de la primera marcha del Ni Una Menos, los reclamos que siguen vigentes
En lo que va de 2019, hubo un femicidio cada 33 horas. Periodistas y referentes de derechos humanos analizaron las deudas pendientes hacia las mujeres. Los avances y retrocesos en las políticas públicas.
El 3 de junio de 2015, frente a un Congreso teñido de violeta por las luces de los reflectores, una multitud de mujeres salió a la calle para manifestarse en contra de la violencia machista. La convocatoria, bajo el lema «Ni Una Menos», que también se replicó en otros puntos del país, había surgido principalmente por las redes sociales, después de que un grupo de periodistas empezaran a agitar las aguas tras conocerse el femicidio de Chiara Páez, la adolescente embarazada de 14 años que fue asesinada a golpes y enterrada por su novio en Santa Fe. Tras cuatro años de ese primer #3J, el movimiento sigue marcando las deudas pendientes hacia las mujeres. Porque a pesar de ciertos avances en las políticas públicas, las cifras de femicidios son casi las mismas.
En diálogo con TN.com.ar, la periodista Marcela Ojeda, una de las impulsoras de ese primer encuentro masivo, manifestó que en 2015 estaban «hartas y atravesadas por las pibas que venían siendo violentadas, asesinadas, acosadas». «Lo que pasó en Rufino, con Chiara Páez, fue lo que hizo el click. Si no hubiese sido Clara, hubiera sido otra», manifestó a este medio.
De esa primera marcha, Ojeda recordó los principales puntos de reclamo que se elaboraron con el conjunto que estuvo en el detrás de escena. «Incluíamos la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la Violencia contra las mujeres; garantizar que las víctimas puedan acceder a la Justicia; dotar de capacitaciones de género a los empleados judiciales; un registro único para saber qué cantidad de mujeres son víctimas de violencia machista, ya que en ese entonces no había datos oficiales; garantizar la ley integral de educación sexual; garantizar la protección de las víctimas», enumeró.
Mañana se cumplen 4 años de la primera gran marcha de #NiUnaMenos. Es un buen momento para recordar por qué marchamos y qué pedimos ese día en la movilización
De estos puntos, que fueron presentados en plena campaña electoral a los candidatos a suceder a Cristina Kirchner para que se comprometieran a llevarlos adelante, algunos se cumplieron y otros siguen en la lista de pendientes.
La periodista explicó que, por ejemplo, en noviembre de 2015 se aprobó una ley para que haya un cuerpo de abogados y abogadas para dar patrocinio a víctimas de violencia de género de manera gratuita. «Tres años después, se creó un registro definitivo. Ya hay un puñado de letrados que se sumaron», agregó.
También recalcó que en 2015 se oficializó el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema de Justicia y que luego se sumó el índice del INDEC, con datos proporcionados por los organismos públicos.
A su vez, subrayó que el año pasado el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos anunció quecontrataron 2000 pulseras electrónicas para monitorear de manera virtual a los victimarios. «Firmaron un convenio con las provincias. Está demostrado ampliamente que estos aparatos funcionan muy bien y son una propuesta superadora a los conocidos botones antipánicos», recalcó a este medio.
Pero todavía hay puntos que faltan. Desde un mayor presupuesto, hasta la creación de más hogares para las mujeres víctimas y sus hijos. «De los 36 hogares propuestos en todo el país, se hicieron solo diez», argumentó Ojeda. «Ni Una Menos se desarrolló, se modificó, se hizo más amplio y más transversal hasta llegar a este 2019 en donde también, quienes formamos parte de los movimientos de las mujeres, pedimos por el aborto legal«, indicó en referencia a las banderas que se sumaron en este recorrido.
Para Nelly Minyersky, abogada especializada en derechos humanos y problemáticas familiares, e histórica militante feminista del país, hay que diferenciar las deudas pendientes entre las leyes que ya se ganaron y las que faltan aplicar. Consultada por TN.com.ar, expresó que es «curioso que en una sociedad tan destacada como la nuestra en cuanto a normativas, como la de matrimonio igualitario e identidad de género, no logremos que pase lo mismo con temas relacionados a la sexualidad».
En ese punto, recalcó la necesidad de aprobar la despenalización y legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. «La negativa que hay con esto te obliga a cambiar un proyecto de vida. Influye en una de las banderas de mantener lo sexual en el campo del demonio, de lo prohibido. Yo creo que esta suma de voluntades que se reproducen en Ni Una Menos o en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito son los caminos que tenemos que transitar para que realmente logremos que los derechos que ya conquistamos se cumplan. Que nos dejen de limitar en lo más íntimo, en nuestra vida», argumentó a este medio.
De cara a una nueva marcha del #3J, Ojeda concluyó que lo que sí cambió después de la primera edición es que la violencia contra las mujeres ya no es indiferente. «No pasa desapercibida, está en la agenda tanto pública, como judicial, periodística y de campaña». Y enfatizó que esta lucha no sólo se logró gracias a este colectivo, sino que fue consecuencia del «enorme y vasto trabajo que hacen las mujeres en la Argentina desde antes».
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