La madre de uno de los sobrevivientes de abusos sexuales perpetrados por Juan Diego Escobar Gaviria, Silvia Muñóz, se refirió a la situación actual en la localidad de Lucas González y a las denuncias en contra del párroco de Oro Verde, Alfredo Nicola.

gaviria

En diálogo radial, explicó que tras un encuentro con Juan Alberto Puiggari donde el arzobispo prometió cambios, no ha pasado nada: «Pasaron 40 días y no hay cambios. En la parroquia sigue la gente de Escobar Gaviria. Lo siguen visitando a la cárcel y él sigue tomando las decisiones», expresó. En esa línea, aseguró: «Escobar Gaviria tiene todavía poder sobre la gente de Lucas González», lamentó. Además, aseguró que las denuncias contra Alfredo Nicola «ataron cabos» sobre su intervención en el caso Escobar Gaviria y confirmó que desde la Iglesia se le mintió sobre este caso: «Les preguntamos porque se había apartado a Nicola de la parroquia de Oro Verde y nos dijeron que era por problemas de salud y estrés. Hicieron lo que hacen siempre: sacarlo, trasladarlo y desproteger a las víctimas», señaló Muñóz luego de la denuncia de Revista ANALISIS.
Por JCB de ANALISIS DIGITAL

El arzobispo de la Arquidiócesis de Paraná, Juan Alberto Puiggari, se reunió hace 40 días con familiares de sobrevivientes de abusos sexuales llevados a cabo por Juan Diego Escobar Gaviria tras conocerse la condena de 25 años contra el cura párroco que estaba al frente de la iglesia de Lucas González. Allí, además de pedir perdón en nombre de la Iglesia Católica, Puiggari prometió cambios. A casi seis semanas de aquel encuentro, esas promesas no se cumplieron y se sigue encubriendo una situación dramática para las víctimas.

«En la parroquia sigue la gente de Escobar Gaviria. Se llevaron mesas, sillas. La gente lo sigue visitando a la cárcel y Esobar Gaviria es como que sigue manejando, sigue tomando decisiones y ellos hacen lo que el le pide. Escobar Gaviria tiene todavía poder sobre la gente de Lucas», expresó Silvia Muñóz, madre de uno de los sobrevivientes a los abusos de Escobar Gaviria.

Explicó que la vida cotidiana en Lucas González para las familias de sobrevivientes a los abusos eclesiásticos es difícil: «Nosotros no podemos ir a la Iglesia -a pesar de que yo no quiero ir porque no me siento cómoda- pero hay familias de sobrevivientes que no pueden ir, porque te dejan sólo en un banco, se corren de lugar», señaló Muñóz en diálogo con Radio UNER Paraná.

Bajo la órbita de Puiggari son cuatro los curas denunciados de haber abusado de menores de edad. Justo José Illarraz -quien será sometido a juicio oral el año próximo-, Marcelino Moya, Juan Diego Escobar Gaviria -condenado a 25 años por la Justicia de Entre Ríos- y Alfredo Nicola, señalado por la Revista ANALISIS en su última edición por haber cometido al menos dos abusos a menores.

En ese marco, Muñóz explicó que si bien ella «sabía como había actuado Puiggari» en los casos de Ilarraz y Moya, pensaba que como Escobar Gaviria no era del riñón del arzobispo -es el único que no fue formado dentro de esta región- el arzobispo iba a actuar de manera diferente. Sin embargo, pasaron 40 días y no ha cambiado la situación.

«Nosotros le pedimos que hable sobre las víctimas, que hable para que cambie la situación. El nos dijo que eso va a llevar mucho tiempo. Pero la gente del cura sigue adentro de la parroquia, sigue adentro de la Iglesia haciendo lo que el quiere», expresó.

Los cabos atados a raíz de la denuncia a Nicola

Nicola fue el que le garantizó un hogar a Escobar Gaviria cuando el párroco tuvo que salir de Lucas González por las denuncias en su contra. Fue el párroco de Oro Verde quien presionó a un particular para que le preste un pequeño inmueble para que se aloje Juan Diego, tras la negativa de los monjes de la casa del Padre Lamy.

Pero además, Nicola estaba citado como testigo por la defensa de Escobar Gaviria para comparecer en el juicio en su contra. El objetivo de los abogados Milton Urrutia y Juan Pablo Temón era que Nicola explique que Escobar Gaviria no estuvo prófugo cuando en la Justicia nadie sabía donde estaba durante el proceso. Escobar Gaviria estaba en Oro Verde, amparado por Nicola.

Pero hubo una acción judicial que cambió la estrategia de Escobar Gaviria. El fiscal Federico Uriburu solicitó a la Iglesia Católica un informe que muestre todos los registros internos sobre Nicola para conocer más sobre a quien iba a indagar. Esta solicitud fue acompañada por la querella que representa a los sobrevivientes.

Fue esta solicitud la que motivó que Puiggari le exija a la defensa de Escobar Gaviria que desista de citar a Nicola. Acto seguido, el arzobispo le mandó una notificación a la fiscalía rechazando el pedido, debido a que ya no era necesario el informe ya que Nicola no estaba citado como testigo.

Muñóz aseguró que al conocerse las denuncias contra Nicola, «se ataron cabos» de su intervención en todo el caso de Escobar Gaviria.

Tras conocerse la decisión de apartar a Nicola de la parroquia de Oro Verde, Muñóz se comunicó con la abogada Inés Franck para que le brinde explicaciones sobre la decisión de correr a Nicola. Franck es especialista en Derecho Canónico, secretaria académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina (UCA) y fue designada por la Iglesia de Paraná al frente de la denominada Comisión de Protección a los Menores
Ante la pregunta de Muñóz sobre la realidad de Nicola, Frank le respondió: «No te embales con eso, tiene problemas de salud y estrés no más». «Resulta que después se conoce lo de los abusos del profesor de música de Oro Verde y salta lo de los abusos de Nicola. Le mandamos una nota para que nos diga algo en relación a la denuncia contra Nicola, de porque lo sacaron de Oro Verde y porque lo ocultan y ella no nos respondió más».

«Ella decía que vivía rezando por nosotros, por nuestra familia. Supuestamente ella nos iba a ayudar con los chicos que fueron víctimas de abuso, que nos iba a apoyar a todos nosotros», explicó Muñóz.

La Iglesia ha repetido su accionar. Si no hubiera habido una denuncia periodística, a Nicola se lo hubiese trasladado sin que se conozcan las denuncias de abuso a menores en su contra. «Siguen haciendo lo mismo que con Ilarraz y con Moya: sacarlos, trasladarlos y desprotegen a las víctimas», lamentó la madre.

«Es lo que quisieron hacer, nos quisieron hacer creer que Nicola tenía problemas de salud, esos son los manejos de la Iglesia. Decir que tiene problema de salud y estres, entonces ¿qué queda para la gente que labura todo el año en determinados trabajos?», se preguntó.