De esta forma, en la Aduana confían enfrentar uno de los grandes flagelos de la evasión impositiva: la subfacturación (valor declarado muy por debajo del real) de las exportaciones rentables. «Las cebollas serán la primera mercadería a la cual pondremos valor referencial, pero luego seguirán otras», le confió a NA una fuente del organismo.

La resolución será publicada mañana en el Boletín Oficial, y a partir de ese momento entrará en vigencia. «La idea es que se terminen las subfacturaciones. Los permisos de embarque que documenten por debajo del valor fijado, deberán ir al área de Valoración para ser estudiados», explicaron.

La medida, que está en carpeta hace varios años, se aceleró tras conocerse que muchas empresas lácteas medianas y de marcas conocidas –Verónica e Ilolay entre otras- tienen a sus dueños en listados de blanqueo de capital. Y que ello ocurrió tras la época dorada de la exportación de leche en polvo (2010 a 2012 principalmente), cuando la tonelada de leche en polvo se vendía a alrededor de 5.400 dólares y se declaraba a 2.200, con el consecuente perjuicio para el Fisco.