• CONFIRMÓ EL GOBIERNO QUE EL PRESIDENTE NO ESTARÁ EN MOSCÚ PARA EL MUNDIAL.
• LA LISTA DE BAJAS.
Mauricio Macri se anticipa a la baja de gasto que deberá ejecutar ante el acuerdo con el FMI. La virtud de anticiparse.
Mauricio Macri y Francisco Cabrera.

Mauricio Macri y Francisco Cabrera.

 «Hoy fueron u$s5.000 millones, mañana otros u$s5.000 millones y así hasta u$s55.000 millones, esto es lo que está dispuesto a poner en juego el Banco Central», comentaba una alta fuente de la Casa Rosada satisfecho con el buen resultado que tuvo el cambio de estrategia de la entidad monetaria. Al fijar el dólar a $25 dio una señal clara del techo de la divisa para los tenedores de Lebac que estiman tenderán a optar por la tasa de interés y, por lo tanto, renovar.
El cambio de estrategia fue analizado durante el fin de semana por el presidente Macri, quien no dudó en avalar el «jugar fuerte».En la Casa Rosada se percibía un clima de tranquilidad en contraste con el nerviosismo de la calle, «tranquilidad que trasmite el propio Macri», explican sus colaboradores. Casi se diría que esta crisis, en algún punto, aceleró la decisión que siempre tuvo el Presidente: la de atacar el déficit fiscal.

Quienes lo conocen bien saben que Macri reclama permanente mente por el ajustar el gasto público; su frase recurrente es: «Cuidemos el dinero ajeno», insiste a sus funcionarios. Fue uno de los primeros en indicar que no se lleve adelante la compra del avión presidencial y también suspendió su viaje a Rusia para asistir al Mundial de Fútbol. «Son señales necesarias», explican en el entorno presidencial.

Para el Gobierno, solicitar un préstamo al Fondo Monetario Internacional permitirá acelerar y cumplir con el recorte de gastos.

La estrategia oficial es involucrar a la oposición en este compromiso al adelantar el tratamiento de la discusión del Presupuesto nacional 2019.

En general, la definición del Presupuesto nacional es llevada a cabo en soledad por el Ministerio de Hacienda, que solicita de las diferentes dependencias las pautas presupuestarias con un recorte o no de la partida. De hecho, el Presupuesto 2017 incluyó un recorte de partidas para la administración nacional. Una vez acordado, suele ser enviado al Parlamento, donde hace ya muchos años resulta ser más un trámite que una real discusión de objetivos.

La ley de leyes, como la llaman, ha perdido esa fuerza de ver qué recursos tendrá el Estado y cómo los utilizará (lo que permite bosquejar con claridad el modelo de país que quiere un Gobierno), sin embargo, con la Ley de Emergencia Económica que permitía modificar partidas, el Presupuesto pasó a ser un instrumento casi sin valor. Esta ley fue derogada por el Gobierno tras 16 años de su aplicación.

Macri ha decidido que la discusión del ajuste que debe hacer la política para bajar el déficit se dé en el marco del Presupuesto nacional, herramienta que difícilmente alguien pueda acusar de no ser democrática.

Esta decisión seguramente les fue trasmitida a las autoridades del Fondo Monetario, dando también la tranquilidad de que el compromiso a asumir en un acuerdo será de alguna manera avalado por la dirigencia política en su conjunto. También el Gobierno con esta jugada se garantiza que el acuerdo se pueda llevar a cabo. En este punto, sin duda, se verá si el «famoso cambio del FMI» incluye aceptar las limitaciones que puede plantear la política.

Macri descarta de plano un gran acuerdo nacional porque considera que sólo sirve para la foto, pero no para llevar adelante hechos concretos. Pero sí tiene la intención de hablar él y/o sus colaboradores explicar la necesidad de «equilibrar las cuentas». Así fue que el ministro Francisco Cabrera mantuvo un encuentro con diferentes empresarios y Rogelio Frigerio, ministro del Interior, participó de la reunión con los senadores. También volvió a convocar a Emilio Monzó a la mesa chica, ya que es consciente de la necesidad de tender lazos con los diferentes dirigentes políticos.

Finalmente, en el entorno presidencial admiten que esta «crisis» puede generar una pérdida de imagen positiva del presidente Macri. Saben que se sacrificará un poco de actividad económica y estiman que la inflación luego de los aumentos del primer semestre comenzará a descender (quizás producto de la caída de actividad), pero creen que este es el camino a seguir para lograr realmente que Argentina deje atrás los atajos en materia económica.

LILIANA FRANCO

AMBITO.COM