Al menos 200 muertos por un bombardeo que destruyó un hospital en Gaza
«El hospital albergaba a cientos de enfermos y heridos, así como a personas desplazadas por la fuerza de sus hogares», indicó en un comunicado el Ministerio de Salud de ese territorio palestino. El Consejo de Seguridad de la ONU hará este miércoles una reunión de emergencia, a pedido de Rusia y Emiratos Árabes Unidos.
Al menos 200 personas murieron este martes y centenares sufrieron heridas de diversa gravedad por un bombardeo en un hospital de la Franja de Gaza que el Ministerio de Salud de ese territorio palestino y otros países de la región atribuyeron a Israel, mientras el Gobierno de Benjamin Netanyahu negó ser responsable del ataque y culpó a otro grupo palestino armado, la Yihad Islámica.
«De 200 a 300 mártires» perecieron en el bombardeo del hospital Ahli Arab, en la ciudad de Gaza, gobernada por el movimiento islamista Hamas, y «centenas de personas se hallan bajo los escombros», señaló el ministerio en un comunicado, citado por la agencia de noticias AFP.
«El hospital albergaba a cientos de enfermos y heridos, así como a personas desplazadas por la fuerza de sus hogares» a causa de otros ataques israelíes, añadió el texto.
Reunión de emergencia del Consejo de Seguridad
El Consejo de Seguridad de la ONU hará este miércoles una reunión de emergencia, a pedido de Rusia y Emiratos Árabes Unidos, después del bombardeo al hospital.
«Rusia y Emiratos Árabes Unidos han solicitado la celebración de una reunión pública urgente del Consejo de Seguridad de la ONU en la mañana del 18 de octubre debido al ataque a un hospital en Gaza», reveló el embajador adjunto ruso ante la ONU, Dmitri Polianski, en la red Telegram.
El encuentro sería a las 10 (11 de Argentina), pero antes la propuesta debe ser votada por los integrantes del Consejo, que este mes preside Brasil.
Sin embargo, el Consejo no había reportado la noche de este martes si esa votación se efectuó, aunque mantenía la reunión de mañana en su agenda.
En plena actividad diplomática sobre la guerra entre Israel y Hamás, el Consejo de Seguridad rechazó el lunes por la noche una resolución propuesta por Rusia que pedía un «cese del fuego humanitario», y debía pronunciarse sobre un segundo texto propuesto por Brasil.
La resolución rusa rechazada el lunes apelaba a un «cese el fuego humanitario inmediato, duradero y plenamente respetado» y un acceso humanitario «sin trabas» en la Franja de Gaza.
Pero no mencionaba al grupo islamista Hamas, lo que era inaceptable para Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
El proyecto de resolución de Brasil, en cambio, condena específicamente «los ataques terroristas de odio de Hamas».
Indignación y duelo
Desde Gaza, fuentes locales citadas por la agencia palestina de noticias Maan aseguraron que tras el bombardeo se originó un incendio en el hospital.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, que controla el otro territorio palestino de Cisjordania, declaró tres días de duelo tras el bombardeo del hospital árabe, al que calificó de «masacre», según informó la agencia oficial palestina de noticias Wafa.
El luto se «observará en toda Palestina por las víctimas del brutal ataque aéreo israelí contra el hospital Al Ahli en Gaza», indicó.
La agencia de noticias palestina Maan cifró en 500 los muertos por el bombardeo y la oficina de comunicación de las autoridades del enclave denunció un «crimen de guerra».
En tanto, Abbas decidió dejar Jordania y viajar a la capital palestina en Cisjordania, Ramala, por lo que no participará en la reunión prevista para este miércoles con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, según anunció el secretario del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheij, en su cuenta oficial de la red social X, (ex Twitter).
Al Sheij, que es considerado como uno de los posibles sucesores del mandatario de 87 años, detalló también que Abbas convocó a una reunión de emergencia para la noche de este martes.
La Administración estadounidense había confirmado en la víspera el viaje de Biden a Medio Oriente, con paradas no solo en Israel sino también en la capital jordana de Amán, donde se iba a reunir con el rey de Jordania, Adbullah II; el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y el propio Abbas, que denominó el ataque de «masacre militar» (ver recuadro).
El primer ministro Netanyahu y el Ejército de ese país atribuyeron el bombardeo a la Yihad Islámica.
«Un análisis de los sistemas operativos de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) indica que una andanada de cohetes fue lanzada por terroristas en Gaza, pasando muy cerca del hospital Al Ahli de Gaza en el momento en que fue alcanzado», escribió el premier en X.
«La información de múltiples fuentes que obra en nuestro poder indica que la Yihad Islámica es responsable del lanzamiento fallido del cohete que alcanzó el hospital de Gaza», agregó.
Tal Heinrich, vocero de Netanyahu, dijo a la cadena de noticias estadounidense CNN que «las FDI no atacan a los hospitales» y agregó: “Sólo apuntamos a bastiones de Hamas, depósitos de armas y objetivos terroristas”.
Repudio mundial
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, repudió la agresión contra la institución de salud.
El luto se «observará en toda Palestina por las víctimas del brutal ataque aéreo israelí contra el hospital Al Ahli en Gaza»MAHMUD ABBAS
«La OMS condena enérgicamente el ataque al hospital árabe Al Ahli en el norte de Gaza. Los primeros informes indican cientos de muertos y heridos. Pedimos la protección inmediata de los civiles y la atención sanitaria, y que se revoquen las órdenes de evacuación», exigió en la red social X.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que el ataque a infraestructura civil «no está alineado con el derecho internacional».
En tanto, el portavoz de la Defensa Civil Palestina, Mahmud Basal, aseguró que «la masacre del Hospital Árabe al-Ahli no tiene precedentes».
«Aunque hemos sido testigos de tragedias en guerras y días pasados, lo que ha tenido lugar esta noche equivale a un genocidio», dijo el vocero, según recogió la cadena de noticias Al Jazeera.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto condenó «en los términos más enérgicos el bombardeo israelí del Hospital Bautista Al-Ahly en la Franja de Gaza, que causó cientos de víctimas inocentes, heridos y ciudadanos palestinos heridos en Gaza».
Según la cartera egipcia, se trató de un «bombardeo deliberado a instalaciones y objetivos civiles» y valoró que se trata de «una grave violación de las disposiciones del derecho internacional y humanitario, y de los valores más básicos de la humanidad».
Además, pidió a Israel «que ponga fin inmediatamente a sus políticas de castigo colectivo contra el pueblo de la Franja de Gaza» y que «deje de atacar las proximidades del cruce de Rafah», único paso fronterizo del enclave palestino que no es controlado por Israel, pero que fue atacado días atrás, impidiendo el acceso a la ayuda humanitaria que se atesta en esa frontera.
Además de Egipto, Turquía y Jordania acusaron a Israel del suceso y condenaron lo ocurrido.
Más ataques
En paralelo, al menos seis personas que se habían refugiado en una escuela administrada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en la Franja de Gaza murieron en un ataque aéreo israelí, informó esa organización.
«La escuela fue alcanzada durante el bombardeo de las fuerzas israelíes» en la Franja, señaló la Unrwa en un comunicado.
Según la agencia, decenas de personas resultaron heridas y el balance de muertos será «ciertamente mayor».
Unas 3.000 personas murieron en los bombardeos israelíes de la Franja de Gaza en el marco de las represalias adoptadas tras la incursión el 7 de octubre de centenares de milicianos islamistas de Hamas, que mataron a unas 1.400 personas y secuestraron a cerca de 200.
El viernes, Israel ordenó la evacuación hacia el sur de «todos los civiles» del norte de la Franja de Gaza, una medida condenada por la ONU.
Israel dispuso corredores humanitarios solo durante algunas horas desde entonces, mientras continuó con los bombardeos al asediado enclave, donde organismos internacionales denunciaron la escasez de insumos básicos como energía eléctrica y agua, además de la falta de acceso a la ayuda humanitaria.