Alarma entre industriales por el cierre de fábricas y la imposibilidad de mantener empleo
Datos de la UIA sobre el cierre de fábricas y desempleo.
El Gobierno puso la lupa en el empleo industrial desde el inicio de la pandemia porque sabía que el derrumbe «natural» de las fuentes de trabajo por la recesión macrista ya había desangrado el sistema laboral y la inercia se mantenía fuerte: hasta febrero las fábricas habían perdido 157.000 trabajadores. Pero la alarma en la UIA está centrada hoy en la suerte de las empresas, ya que en marzo -antes del ingreso a la cuarentena- habían desarmado de AFIP 142 firmas manufactureras.
Un informe publicado por la UIA reveló la crisis heredada en términos laborales producto de la política económica del macrismo, que dejó un clima de tensión constante en la supervivencia de las fábricas, con 38.752 puestos menos en el sector en febrero, en comparación con el mismo mes del 2019. Pero la crisis sanitaria puso en jaque a las empresas que redundará en el empleo, a pesar de la imposibilidad legal de despedir.
«Hay una gran incertidumbre porque hay muchas empresas con dificultades para cobrar y por ende para poder pagar. La prioridad para las empresas es el pago de los salarios, pero la capacidad para afrontar las futuras obligaciones, además de la acumulación de deudas, pone en peligro la continuidad de muchas fábricas», afirmó el director del Centro de Estudios de la UIA, Pablo Dragún.
En diálogo con BAE Negocios, el economista destacó que «si bien existe la prohibición de despidos, lo que hoy preocupa es la capacidad de seguir operando que tienen las empresas de cara al futuro». «Existen indicadores de caída brutal, no sólo en las fábricas que están paralizadas sino también en las exceptuadas debido a la caída de demandas», sostuvo.
El informe de la UIA mostró que el empleo industrial presentó una atenuación de la caída, con una tasa negativa de 3,4% interanual, rompiendo la inercia que tenía un promedio de caída durante los doce meses previos del 4,8%. «Sin embargo, la actividad industrial volvió a contraerse en febrero (-0,9% i.a.) luego de la recuperación en enero (+0,6% i.a.) después de 20 meses en caída», destacó el CEU.
En los dos primeros meses del 2020 se reflejó la mejora en las expectativas y una cierta recuperación en la actividad fabril: en ese bimestre se rompió 25 meses ininterrumpidos de caída, con la contratación en febrero de 1.744 nuevos operarios en comparación con enero, cuando también había aumentado la plantilla en algunas empresas manufacturas.
Sin embargo, «para los próximos meses se esperan nuevas y más profundas contracciones debido a la crisis provocada por la pandemia», alertó la UIA. Y muestra las luces rojas: «La caída de la actividad y el empleo también se ve reflejada en la menor cantidad de empleadores que registran pagos en el sistema previsional en marzo de 2020».
En números concretos, la caída de empresas declarantes en todo el sistema económico cayó 2,6% interanual, pero el derrumbe más fuerte se dio en el caso de la industria, cuya caída se aceleró a 4,2% entre 2019 y 2020. «Otros sectores también han sufrido importantes caídas en este período. En especial transporte y construcción con caídas interanuales de -6,1% y – 5,4% respectivamente», destacó el informe.
Así, a marzo pasado existen 539.053 empresas registradas en el país, lo que significa 14.579 menos que a mismo mes del año pasado. Y en el caso de los empleadores industriales la cifra es de 50.176 empresas, 2.222 menos que hace un año.