Alberto F.: "No hace falta impulsar ninguna reforma de la Constitución Nacional"
Alberto Fernández recibió a Ámbito Financiero en su casa, a horas de ser proclamado candidato a Presidente en una fórmula con Cristina de Kirchner. Descartó el llamado al acuerdo de Macri, admitió que no tiene diálogo con Schiaretti y convocó a Massa a sumarse al frente opositor. «No represento a Unidad Ciudadana, soy peronista», aclaró.
A. F: Cristina no lo mencionó. Lo que dice es que hay que revisar cómo funcionan las instituciones porque no están funcionando bien. Eso es un dato de la realidad. Macri este año clausuró el Congreso y gobierna por DNU. Y esto antes lo hicieron otros. Hay cosas que debemos revisar cómo funcionan. Pero la verdad es que no hace falta impulsar ninguna reforma constitucional. Ni en la escala de prioridades de la Argentina del presente la reforma constitucional es un problema. No lo es. Yo, además, Alberto Fernández en particular, tengo mucho apego a la Constitución Nacional de 1853. Y no creo que sea el problema de la Argentina.
P.: ¿Hace falta una reforma judicial como intentó Cristina en su segundo mandato?
A. F: Lo que hace falta es revisar lo que ha pasado en estos años. Se han dicho cosas disparatadas, pero la verdad es que para que hayan dado ganas de investigar y escribir un libro sobre los disparates que escribieron muchos…Desde pensar que una persona tiene que estar detenida porque se puede desapoderar de sus bienes, cuando en verdad para eso existe la inhibición general de bienes, hasta que alguien debe estar detenido porque si hay una sentencia de primera instancia que condena hay una presunción de culpabilidad. Son barrabasadas que se han escrito. Y en el medio alguien que dice que Florencia Kirchner entra a una asociación ilícita el día que muere su padre. Como si la asociación ilícita se heredara. Y alguien que dice que hubo un plan sistemático de corrupción en la obra pública y no quiere investigar ni hacer una pericia sobre la obra pública. ¿Y cuáles son los dichos en los que se funda? En los dichos de Fariña, cuando hoy todos sabemos que fue guionado. Todo esto pasa en la Justicia de hoy…
P: ¿En qué estado está el diálogo con Massa para llegar a la unidad?
A. F: Yo como tengo vínculo personal con Sergio, hablo permanentemente con él. Y me llevo bien y está todo bien. Y lo impulso a que tome una decisión. Pero la decisión la tiene que tomar Sergio. Yo más no puedo hacer. Si quiere venir a participar de las PASO presidenciales, es bienvenido. Si quiere participar en la provincia de Buenos Aires, también es bienvenido, Si Sergio quiere incorporarse sin ocupar un cargo es bienvenido, porque Sergio es alguien que tiene votos. El massismo existe, entonces es bienvenido. Pero depende de él, no de nosotros. Nosotros lo invitamos mil veces.
P.: ¿Para conocer el final de la novela hay que esperar al 12 de junio con la inscripción de frentes electorales ante la Justicia?
A. F: No lo sé. La pregunta se la tenés que hacer a él. Para bailar el tango hacen falta dos y él tiene que tener ganas de bailarlo. Eso es lo que digo.
P.: ¿Con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se pudo comunicar?
A. F: No. Yo hablo mucho con Carlos Caserio, somos amigos. No he hablado con el Gringo. Hace mucho que no lo veo. Pero nadie puede dudar lo que es el Gringo. Sería una necedad. Ellos han decidido hacer un proyecto que los instala en sus provincias. Y toda esa elección es fuertemente provincial. Está claro que los cordobeses ponderan fuertemente a Juan Schiaretti. Y yo lo celebro porque es un buen gobernador. Ahora, obviamente, yo quisiera que Schiaretti esté acá con nosotros. Y eso no quiere decir que apoye a Cristina. Quiere decir que sume en un proyecto alternativo. ¿Cómo no va a sumar el peronismo de Córdoba? Y claro que es necesario que esté…
P.: Casa Rosada hizo un llamado al diálogo y hasta ahora el único presidenciable del peronismo que asistió fue Daniel Scioli. ¿Ustedes deberían ir también a la convocatoria de Macri?
A. F: Es muy difícil acordar políticas con alguien a quien le quedan meses de mandato. Y que está en la situación de desgaste en la que está Macri. Lo que uno tiene que hacer es ayudarlo a que termine bien el mandato por el bien de los argentinos. Pero para hacer eso Macri debería revisar lo que hace. Macri no convocó al diálogo. Macri trató de montar un escenario para dejar a Cristina en soledad y llevarse lo que él llama peronismo racional. Pero ese peronismo es tan racional que le dijo ni loco firmo eso. Y cuando le dijo eso lo puso en el brete de tener que invitar a Cristina. Y ahí tuvo que empezar a invitar a todos. E invitó a los gremios, a los empresarios, a la Iglesia, si podía invitaba a los clubes de barrio. Lo que buscaba era diluir la presencia de Cristina. Los 10 puntos que planteó el Gobierno son un aval a su política. Y desde ese lugar es difícil avalar, no se puede avalar la política que determinó el actual estado de cosas.
P.: ¿Qué debería cambiar en el caso de que Unidad Ciudadana, el espacio dónde está usted, llegue al gobierno el 10 de diciembre?
A. F: Yo no represento a Unidad Ciudadana. Yo soy un peronista que busca la unidad, como es peronista Felipe y busca la unidad. Como es peronista Daniel y busca la unidad. El sello va a ser un frente más grande. Acá también hay gente que no es peronista, como Victoria Donda. Yo en la búsqueda de la unidad quiero que estemos todos. Yo no me quiero mimetizar con Unidad Ciudadana. Yo no soy Unidad Ciudadana. Respeto a todos, pero yo soy un peronista que cree que el peronismo tiene que ser el eje central de este proyecto.
P : ¿Cómo ve el escenario económico?
A. F: En materia económica se han sembrado un montón de dudas y de miedos, y lo ha hecho el Gobierno. Y son miedos incompresibles. Yo hablo permanentemente con los fondos de inversión. Los fondos de inversión le tienen miedo a Macri, no le tienen miedo a Cristina. Porque el riesgo que ven es que si Macri se fuma el préstamo que le dio el FMI para frenar la corrida cambiaria no van a poder cobrar los acreedores. Ese es el miedo que tienen. Me parece que se siembra un miedo sobre Cristina. Pero la Argentina está en default. No está técnicamente en default porque Macri salió corriendo a pedirle plata al Fondo Monetario Internacional. Y el Fondo le prestó una suma que representa el 35%-40% de la deuda total de la Argentina. Nadie de nosotros piensa en un default. Un default es para nosotros un daño para el país. Sí nos preocupa ver cómo ideamos algo que nos permita cumplir las obligaciones. Pero para cumplir las obligaciones en el estado de cosas que Macri deja la economía nos va a obligar a hablar con los acreedores y que nos ayuden a levantar la economía para poder pagarles. No para no pagarles.
P.: Roberto Cardarelli, del FMI, dijo que no hay margen para renegociar el esquema de pagos. ¿Qué piensa?
A. F: Con el Fondo nunca hay margen. Eso ya lo sabemos. Con el Fondo vos podés refinanciar en el tiempo, pero no podes hacer quitas. Eso es lo más grave que ha hecho Macri. Nosotros cuando asumimos en 2003 con Argentina en default, un default que generaron los mismos que tiene Macri hoy en el Gobierno. La deuda representaba el 8%-9% de la deuda total. Hoy llega a casi al 40% del total de deuda. Pero hay dos terceras partes de la deuda que sí podemos renegociar con los acreedores privados, y que podemos buscar mecanismos de espera, no de quita, pero al menos de espera… El escenario más factible es renegociar la deuda con los tenedores de deuda privada, no con el FMI. Es lo único que podés hacer. Y con el Fondo, tratar de buscar plazos. Es lo mismo que debería hacer Macri en caso de ganar las elecciones. Macri tampoco va a poder pagar. Cada vez que le faltaron dólares los pidió prestados. Y ahora no se los presta nadie.
P.: ¿Una ampliación del crédito con el FMI no es una salida viable?
A. F: ¿Para qué? Yo lo que digo es que es un enorme problema. Sería agravar el problema. Los acreedores quieren cobrar y nosotros queremos pagarles. Entonces seguro vamos a encontrar un punto de acuerdo.
P.: ¿Qué opina del nuevo esquema de flotación del dólar con intervención del Banco Central a través del uso de reservas para contener la divisa? ¿A $46 está en un nivel de equilibrio?
A. F: Me preocupa que el Banco Central venda dólar futuro a junio a $49 y pico… Eso me preocupa porque supongo que eso va a valer el dólar en ese momento.
P.: ¿$49 en junio no es barato?
A. F: ¿En junio, dentro de un mes? Casi el 10 por ciento de suba en un mes. Si fuese en un año lo podría entender. Es difícil plantear qué me parece. Me parece mal porque el Gobierno está financiando la fuga de dólares. El Gobierno tomó una deuda para pagar la deuda privada y resulta que la está usando para financiar la especulación cambiaria. Y desde ese lugar me parece mal. Y eso mismo ven los acreedores privados nuestros. Porque los acreedores privados estaban tranquilos porque el Fondo le dio plata al Gobierno para pagarles a ellos, pero cuando observaron que el FMI autorizó que u$s10.600 millones se usaran para intervenir en el mercado cambiario vieron que no les iban a pagar a ellos. Y lo que hicieron fue desprenderse de los bonos y ahí llegó la caída de los precios de los bonos y la disparada del riesgo-país. Todo esto lo hizo Macri…
P.: ¿El cepo cambiario es una opción?
A. F: No. El cepo cambiario no fue una buena solución. El cepo evitó que se vayan dólares, pero también que ingresen millones de dólares. Y bueno, tiene que ver con la cultura argentina de preservar ahorros en una moneda dura. Cuando Cristina tuvo que enfrentar ese problema lo enfrentó con el cepo. Y yo lo critiqué mucho. Macri lo resolvió tomando deuda. A la luz del costo de una y otra medida, el cepo parecía mejor. Pero eso no quiere decir que el cepo sea bueno. Nosotros tenemos que hacer un enorme esfuerzo para generar dólares.
P.: Ni contraer deuda ni cepo cambiario. ¿Cómo se enfrenta el problema, entonces?
A. F: La verdadera salida es generar los dólares que no se generan. Y para eso la Argentina tiene que volver a poner en marcha el aparato productivo, que está paralizado en un 40%. Volver a producir, a activar el consumo interno, levantar las exportaciones. Todo eso tenemos que hacer. El Gobierno desde hace cuatro años lo único que hace es bajar el consumo y poner restricciones monetarias, porque está convencido de que la inflación se genera en eso.
P.: ¿En materia tributaria qué reforma hace falta?
A. F: Bueno, eso es mucho más largo y complejo. Toda reforma tributaria supone una restricción en los ingresos del Estado que hoy Macri, si termina en diciembre, va a dejar un Estadio con un déficit fiscal de casi seis puntos. En ese escenario es difícil ordenar el frente fiscal. Igual, hay que animar a sectores a invertir y darles ventaja. Todo lo energético debería estar privilegiado si son inversiones nuevas y genuinas. Si pudiéramos alentar la radicación de paneles solares en San Juan, donde hay mucho silicio, o podemos promover la producción de baterías de litio en Jujuy o en Salta, habría que promoverlo. Al igual que la industria que genera Vaca Muerta. No compiten con la industria instalada y entonces no le hacés daño a otros sectores.
P.: En materia energética este Gobierno impulsó una actualización de tarifas. ¿Qué opina de esa medida?
A. F: Había que hacerlo. Porque Macri no corrigió tarifas. Le armó un negocio a sus amigos. Eso es otra cosa. Dolarizó las tarifas en una economía que no está dolarizada. Y le cuesta mucho por el precio del dólar. Son temas que había que abordar. Pero Macri lo abordó mal y lo resolvió peor…
P.: ¿Cuáles son las principales urgencias económicas que debería abordar el próximo gobierno?
A. F: La primera, la deuda; la segunda, la inflación y la tercera es el déficit fiscal. En ese orden. Confiemos en que podamos reactivar la economía y por esa vía recaudar más. Pero no es mágico. El único que pensaba que tenía una solución mágica y que era una estupidez bajar la inflación fue Macri. Pero va a llevar tiempo. Y nos dejó el doble de la inflación de la que recibió.