Fue 1 a 0 en Arabia Saudita con un error de Chiquito Romero.
Brasil puso todas sus figuras para derrotar a la «nueva» Selección argentina y lo ganó en el último suspiro, cuando al encuentro le quedaban pocos minutos. Fue 1 a 0 en Arabia Saudita con un gol de cabeza del defensor central Joao Miranda, tras un gran córner de Neymar. El equipo de Lionel Scaloni cierra la gira con una victoria (4-0 a Irak) y una caída ante el rival de siempre.
Gabriel Jesús, Roberto Firmino, Philippe Coutinho, Casemiro, Arthur, Neymar… Brasil daba miedo en la previa. Sin embargo Argentina se plantó y pudo contrarrestar el talento brasileño. Renzo Saravia fue uno de los puntos más altos en la Albiceleste: marcó al 10 del PSG y, cuando pudo, intentó mostrarse en ataque. Se trata de una buena aparición que puede dar frutos a futuro.

El planteo argentino fue el de neutralizar al rival primero y después intentar construir en ataque. Salió lo primero, no así lo segundo. Las más fueron por un remate desde afuera del área de Giovani Lo Celso y un gran tiro libre de Paulo Dybala, que por centímetros no fue gol. El trámite en el complemento fue más o menos parecido, pero Brasil llegó al gol en el final (minuto 47) por un muy buen cabezazo de Joao Miranda.

El remate de Lo Celso que casi termina en gol.

El muy buen tiro libre de Dybala que por poco no fue gol.

Argentina trató de ser un equipo confiable. En plena etapa de renovación, no fue malo el partido que hizo el equipo de Scaloni. Brasil tenía la «ventaja» de ser un equipo de más renombre, de más resultados. En la Selección que jugó hoy los más experimentados eran Romero, Otamendi y Nicolás Tagliafico; más atrás aparecían chicos como Dybala, Mauro Icardi y Ángel Correa, con un puñado de minutos con la Albiceleste.

En la primera etapa, Argentina apostó a estar ordenada, sin pasar sobresaltos. Consciente que enfrentaba a un rival poblado de estrellas, que sólo tuvo la baja de Marcelo por lesión, el equipo de Scaloni ajustó mucho las marcas y no permitió que Brasil tuviera sociedades, por lo que dependió mucho de Neymar, muy bien controlado por Saravia.