El candidato a senador nacional por el peronismo entrerriano, Adán Bahl, publicó una columna en la que cuestiona duramente la política económica del gobierno de Javier Milei. En su texto, plantea que el rumbo adoptado por la actual gestión “apagó todos los motores de la economía argentina” y advierte que el ajuste “se traduce en desempleo, pobreza y desesperanza”.

“Desde antes de asumir el gobierno, Milei repitió que el problema era el déficit fiscal, más precisamente el gasto, que el Estado debía desaparecer, y para eso tenía la motosierra en la mano, el mercado solo iba a resolverlo todo. Pero los hechos hablan más fuerte que los discursos. Hoy todos los motores de la economía argentina están apagados”, sostuvo Bahl en el inicio de su columna, donde contrapone los discursos de austeridad con la realidad económica del país.

El dirigente entrerriano hizo foco en el proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el Ejecutivo Nacional. “Hace poco más de un mes, el Gobierno Nacional presentó el Presupuesto para 2026. El más chico en tres décadas, como celebró orgulloso el Presidente. La gran meta, dijo, es alcanzar el ‘equilibrio fiscal’. Pero, ¿qué significa realmente eso? Que el Estado no puede gastar más de lo que recauda”, explicó, advirtiendo que, en un contexto de recesión, “el equilibrio se logra, sí, pero a la fuerza: recortando más, achicando más, apagando aún más los motores del país”.

Bahl señaló que uno de los sectores más golpeados por el ajuste es el de la obra pública. “Escuelas, rutas, viviendas y hospitales quedaron detenidos a mitad de camino. Pero no se trata solo de cemento o de ladrillos: detrás de cada obra suspendida hay personas, familias y economías locales que se apagan”, expresó.

El exintendente de Paraná subrayó que cada obra paralizada representa “un círculo virtuoso que se interrumpe: un empleo que no se paga, una pyme que no vende, una familia que no consume, un pueblo que deja de moverse”. En ese sentido, defendió la inversión en infraestructura como un motor para la economía real: “La obra pública no es un gasto superfluo: es la forma más concreta de poner en marcha la economía real, la que se ve y la que se siente”.

Bahl también se refirió a la caída del consumo y la crisis que atraviesan las pequeñas y medianas empresas. “El consumo interno, que es el verdadero motor de nuestra economía, se desplomó. Los salarios no alcanzan, las jubilaciones se licuaron, y miles de familias dejaron de comprar lo básico”, lamentó. Y agregó: “Las pymes, que representan cerca del 90% del entramado productivo argentino, están asfixiadas. No tienen crédito, no tienen previsibilidad y no tienen un Estado que las acompañe”.