Barcelona ganó, pero Messi se lesionó otra vez y encendió las alarmas
Barcelona necesitaba volver a su normalidad. El arranque de la temporada no estaba siendo como imaginaba. Ni los números, ni los rendimientos y tampoco la formación que presentaba en los partidos coincidían con lo que se podía esperar del equipo.
Y para empezar a volver a la normalidad tenía que reaparecer Messi, claro. Con el premio The Best al mejor futbolista del año bajo el brazo Leo jugó su primer partido como titular en lo que va de la LIga. hasta acá, de los 15 puntos en disputa, el Barsa sólo había lograr cosechar siete.
Lo que para otros podría resultar un andar irregular en Barcelona tomó forma de una crisis. Los datos así lo contemplaban: antes del choque con Villarreal registraba el peor arranque en la Liga en 25 años.
Pero Leo llegó al Camp Nou y todo parecía normalizarse. A los 15 minutos el equipo ya ganaba 2-0. Simple. A lo viejo Barcelona. El marcador se abrió con un córner del argentino desde la izquierda a la cabeza de Griezmann. El francés la peinó en el primer palo y dejó sin chances al arquero Sergio Asenjo.
Menos posibilidades tuvo aún con el bombazo impresionante que sacó el brasileño Arthur para el 2-0. Fue un misil, un derechazo seco que se clavó arriba, en el ángulo.
Asomaba un festival de goles. Hasta que otra vez fue Messi el centro de la escena, ya no por un gol ni por una gambeta, sino por sus gestos de dolor.
La acción ocurrió a los 31 minutos tras una jugada en la que el rosarino quedó rodeado por tres rivales e intentó salir de esa jaula. No hubo una patada, tampoco un choque que generar la lesión, pero un par de movimientos cortos y con cambios de dirección hicieron que Messi sintiera una fuerte molestia muscular en el aductor de la pierna izquierda.
Enseguida salió de la cancha y fue atendido durante 3 minutos al costado del campo de juego. Un médico del Barcelona masajeó la zona afectada y Leo saltó nuevamente a la cancha.
Ya nada fue igual. Porque Messi no recibió juego y arriesgó poco. Y encima Villarreal llegó al descuento con un remate potente desde afuera del área de Santi Cazorla.
La Pulga se quedó en los vestuarios en el descanso y Ousmane Dembélé lo reemplazó para la segunda parte. Por ese entonces ya había dos focos de atención en el Camp Nou: por un lado el partido que perdía ritmo ante el Villarreal y por el otro, más importante aún, una nueva lesión de Messi quien por primera vez jugaba de titular en esta temporada y que aún no logró completar un partido entero.
El argentino había sufrido una lesión en el sóleo derecho en el inicio de la pretemporada con el Barsa luego de sus vacaciones. Desde ahí inició una larga recuperación que le impidió estar en la gira de amistosos que el club realizó en Estados Unidos y en el arranque de la Liga: ni siquiera estuvo entre los concentrados contra Athletic Bilbao, Betis. Osasuna y Valencia.
El regreso fue el martes 17 en Dortmund en el debut por la Champions ante el Borussia. Fue 0-0 y Leo ingresó por Ansu Fati a los 14 minutos del segundo tiempo. Tuvo la chance del triunfo en sus pies en la última jugada del partido pero demoró la resolución y bloquearon su remate.
El último sábado, por la sexta fecha y como visitante del Granada, Leo sumó minutos: ingresó en el entretiempo (en lugar de Carles Pérez) pero poco pudo hacer para evitar la derrota 2-0 frente al equipo que acaba de ascender a la Liga y es la revelación en este arranque.
Ante Villarreal y frente a su gente en el Camp Nou fue la fecha indicada para el estreno como titular de Leo. Horas después de haber levantado en Milán el premio The Best, uno de los pocos que faltaba en sus vitrinas.
Y lo que era una fiesta hasta que Messi quedó tendido en el césped derivó en preocupación. Se festejó poco el triunfo 2-1. La noticia otra vez era Messi. Y otra vez estaba afuera de la cancha.